martes, 2 de octubre de 2018

COLUMNA

DH-1-07-18
Tino Gatica
La “colombianización” del Estado mexicano en nuestro presente
El día 23 de mayo de 1993, hace ya 25 años, el Estado mexicano se cimbró con el asesinato del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, en un episodio sangriento, cuya autoría se atribuyó al ajuste de cuentas entre grupos del narcotráfico, esto de acuerdo a trabajos de investigación de periodistas que trabajaban en la revista “Proceso, periodismo sin concesiones”, cuya efectividad, seriedad, profesionalismo y capacidad de análisis no fueron desmentidas, además de que ese acontecimiento se difundió en su momento en otros medios informativos, sin embargo me apoyo en esa revista debi
do a que la tengo como parte de mis fuentes de consulta…y lo otro es que se le puede encontrar en la omnipotente Internet, además con más información que son la envidia de otros investigadores. En el caso de quien esto escribe, defiende con vehemencia las ediciones impresas de toda revista, semanario, periódico, tanto como de quienes trabajan para empresas consolidadas como la televisión o la radio, pues en las redes sociales no siempre se tiene este rigor periodístico, sin embargo siempre trato de extraer lo bueno de esas herramientas de dominio público. Bien, en esos años, dominados por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), además de otros partidos políticos que ya dominaban los espacios sociales, como el de la Revolución Democrática (PRD) y el de Acción Nacional (PAN) por mencionar los importantes, incluso que actualmente coexisten, el tema del narcotráfico no se soltaba en toda su acción demencial, porque por obvias razones estaba controlado, estaba atado o bien se negociaba. Pero es con Vicente Fox en que se desatan estos presuntos acuerdos, y con Felipe Calderòn es cuando a todas y todos los mexicanos nos meten en esta guerra que a la fecha se sigue pagando con sangre de nuestros semejantes, primero en calidad de desconocidos, luego de amistades y lamentablemente ya en familias. Como hace 25 años las formas de comunicarse estaban muy supeditadas al Estado, en contubernio con las empresas de Televisa por ser la más poderosa, aunque tímidamente se vislumbraba el surgimiento de Teve Azteca, en esos tiempos que pertenecía al Estado mexicano, por eso es que ese acontecimiento se trató como parte de un episodio sangriento, sí, con actuación e investigación ministerial y de procuración de justicia parcializada que se perdió en cuanto a interés público, no se diga del político. Pero ya el narco, en una de sus pugnas sangrientas dejaban entrever el enorme despliegue y poder que tenían. De hecho, 25 años es poco tiempo, por eso recordé ese acontecimiento y volví a releer ese pasaje sangriento de nuestro México, ahora que con el devenir de los años, a esta fecha se confirma lo que estudiosos afirmaron en su momento sobre que nuestro país se estaba “colombianizando” como una especie de sinónimo de los ataques de grupos de narcotraficantes, que así dirimían sus asuntos, y tanto el mismo Estado con sus representantes en sus estructuras manifestaron su molestia, también se sintieron ofendidos, tanto como en aquel tiempo en que la embajada de ese país en el nuestro se molestó desmintiendo que no era tal. Si muchos de aquellos personajes de hace 25 años hubieran podido confirmar sus análisis y sus teorías, verían que el tiempo les dio la razón, como siempre ocurre en un común denominador. Ya en la era del presidente de México Enrique Peña Nieto, que se retira saludablemente el 30 de noviembre de este año, esta etiqueta que deja un Estado “colombianizado” deja un gran y enorme reto para su relevo el morenista Andrés Manuel López Obrador. Y para quienes no desean reconocer que quien no sabe de su pasado está condenado a repetirlo, le paso los siguientes datos, que tomé de “wiki-leaks” tanto como de unas lecturas que tengo de libros versados en ese tema y de la revista “Proceso” de hace 25 años, ah y se menciona a un “libro  blanco”: El asesinato de Juan Jesús Posadas Ocampo, cardenal de la Iglesia católica en México y obispo de Guadalajara, ocurrió el lunes 24 de mayo de 1993 a las 15:45 de la tarde, tiempo del Centro, luego de ser acribillado en el estacionamiento del Aeropuerto Internacional de Guadalajara. Aunque el caso no ha sido cerrado de manera formal, la Procuraduría General de la República sostiene la versión de que el cardenal fue ejecutado por sicarios del cártel de narcotráfico Arellano Félix, quienes lo confundieron con El Chapo Guzmán, líder del cártel de Sinaloa. Aunque la Iglesia católica mexicana ha seguido de cerca el curso de las investigaciones, a lo largo de los años ha expresado su desacuerdo con las conclusiones de las autoridades, y asegura que el jerarca religioso fue víctima de un complot. El informe ofrece además un conjunto de testimonios que confirman que “algunos funcionarios de la PGR conocían que los Arellano estaban en Guadalajara, los días previos al homicidio del Cardenal, y que quien estaba a cargo de la persecución del Chapo Guzmán lo ubicó en el aeropuerto el día y la hora de los hechos y hay un señalamiento de que trabajaba para la banda de los Arellano Félix”. Además, informaron que una persona se apoderó del Pectoral de Cardenal. “Este hecho no es irrelevante, toda vez que la hipótesis que se manejó de la confusión entre las personas partía de la base de que el Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo no mostraba ninguna característica que le hubiera permitido a los gatilleros advertir que se trataba de un sacerdote. El robo no ha sido investigado”, señala el informe. La parte más espinosa del “Libro Blanco” es la referida a la premeditación, corroborada con importantes pruebas: El 9 de noviembre de 1998, declaró Verónica Ávalos de la Torre que el día 23 de mayo de 1993, exactamente un día antes de la muerte del Señor Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, se encontró con el Purpurado que se encontraba nervioso, que al momento de saludarlo “le preguntó por qué estaba así y fue en ese momento, ya de pie el Señor Cardenal, a un lado de su vehículo, cuando le dijo ‘me vienen siguiendo’”. Juan Manuel Samudio Bustamante, policía federal de caminos que estuvo presente en los hechos declaró que tras el asesinato vio cómo un sujeto extrajo del vehículo del Cardenal “un sobre amarillo tipo oficio, sujeto que se echó a correr hacia el interior del aeropuerto”. El “Libro Blanco” señala que “obran en la causa algunas pruebas que permiten abrir líneas de investigación para conocer el motivo del homicidio del Cardenal”. Entre ellas, señala: - Existen declaraciones que refieren discrepancias del Cardenal con el entonces Presidente Carlos Salinas de Gortari, quien le dijo al Purpurado en una ocasión que “a nosotros nos parece inconveniente o inoportuno en este momento la beatificación de los 25 mártires mexicanos”, que debió celebrarse el día 25 de mayo de 1993 pero que se canceló por su homicidio. -También obra en el expediente diversas declaraciones que señalan que se localizaron documentos que contenían información de la relación de funcionarios mexicanos con mafias internacionales del narcotráfico, y que esos documentos se encontraron en hechos que pudieran estar vinculados al homicidio del Cardenal Posadas. “El gobierno del Estado de Jalisco hace patente su reconocimiento a todos y cada uno de los testigos que, venciendo sus temores se acercaron al Grupo Interinstitucional a rendir su declaración y estuvieron siempre dispuestos no sólo a declarar y ratificar su dicho sino a participar en cada una de las pruebas y estudios a que fueron sometidos por los peritos de la Procuraduría General de la República”. Como se puede ver, el Estado mexicano en sus diversas ramificaciones o estructuras, sí tiene más información de la que no siempre se hace de dominio público, digo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Muchas gracias por leer La Crónica, Vespertino de Chilpancingo, Realice su comentario.