lunes, 1 de octubre de 2018

SEGUNDA PRINCIPAL DE NOTA ROJA

Identificados eran de
Zumpango y la capital
Antonio Cantú Rendón.—Dos personas que fueran encontradas ejecutadas a balazos en puntos diferentes en el vecino municipio de Eduardo Neri (Zumpango), ya fueron identificados legalmente por sus familiares.
El hombre que fue encontrado muerto y bocabajo en el punto conocido como  Tehuixtla que se ubica por las tabiqueras, respondía al nombre de Ariel Landeros Almazán, de 23 años de edad.
El ahora occiso quien fue encontrado sin vida cerca de las 10 de la mañana de ayer domingo, tenía su domicilio en la calle “Moctezuma” de la colonia “Arcos” de la cabecera municipal de Zumpa
ngo.
Mientras que el segundo de los ejecutados fue encontrado a las 14:00 horas de ayer domingo, a la orilla del nuevo bulevar de la cabecera municipal de Zumpango, a la altura del paraje del cerro de Tepetlayo.
Según informaron anónimamente al número de emergencia 911 que ayer domingo,  se había soltado la violencia en la cabecera municipal de Zumpango, en la que se estaban registrando balaceras y persecuciones.
En dos puntos diferentes fueron localizadas dos personas ejecutadas a balazos, que presentaban huellas de haber sido torturadas, y después de las diligencias de ley que realizaron los peritos de la Fiscalía General del estado, ambos cadáveres fueron trasladados a las instalaciones del Servicio Médico Forense de Chilpancingo.
El primero de los muertos fue identificado a las 22:00 horas de ayer domingo, y el segundo hoy lunes cerca de las 9:00 de la mañana y respondía al nombre de José Cuenca Ortega de 40 años de edad y tenía su domicilio en la colonia “Norberto Flores Baños” de Chilpancingo.
Los familiares de este último, llegaron a las instalaciones de la morgue la mañana de hoy lunes, quienes informaron que andaban buscando a Cuenca Ortega, desde el sábado anterior, cerca de las 18:00 horas  lo vieron caminar por el asentamiento humano “Francisco Javier Mina”, pero éste nunca llegó a su casa.
Por ello, los familiares se comenzaron a preocupar, y las hermanas indicaron que el ahora occiso nunca faltaba a su casa, saliendo de trabajar de ojalatero llegaba a su humilde morada, aunque en ocasiones borracho los días sábados. Los prosectores les mostraron  el último cadáver que habían recogido del cerro de Tepetlayo, uno de las hermanas comenzó a llorar y dijo que se trataba de José Cuenca Ortega, e indicó que injustamente lo mataron pues su familiar únicamente se ganaba como ojalatero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Muchas gracias por leer La Crónica, Vespertino de Chilpancingo, Realice su comentario.