jueves, 20 de diciembre de 2018

ARTÍCULO

El saludo
Apolinar Castrejon Marino
Ni duda cabe que en la sociedad existe un requerimiento muy valioso que es el saludo. Según el libro “El galano arte de leer” es como el papel de envoltura, que protege a un objeto valioso, para que no se dañe.
En la actualidad el saludo está en desuso, en las grandes ciudades, en los enormes centros de trabajo, y en las estructuras políticas, dominadas por líneas de autoridad y de mando demasiado retorcidas.
La psicóloga Lola García, Directora del sitio de internet, Soluciones Eficaces, revela que cuando las personas comienzan a relacionarse necesitan de diferentes fórmulas verbales y físicas, para expre
sar sus intenciones.
Porque cuando comenzamos un acercamiento personal o profesional, nos encantaría conocer cuáles son las intenciones de la otra persona, que es lo que merece de usted, y qué nos puede ofrecer.
Es aquí donde el saludo cobra importancia, porque es la forma más económica de iniciar un acercamiento positivo. El saludo puede denotar cortesía, y buenos modales, pero también puede revelar enemistad u hostilidad.
Un apretón de manos, un beso, un abrazo o las simples palabras como “Buenos Días”, pueden ser el comienzo de un buen trato o una conversación.
El saludo puede hacerse de manera sublimada: una mirada, una sonrisa, o una leve inclinación de la cabeza. En las zonas rurales, los campesinos se quitan el sombrero en señal de saludo, y los militares se tocan la sien. Los jóvenes realizan una compleja y variada combinación de tocamientos en manos y cuerpo, para saludarse, y con la intención de expresar la identidad de un grupo.
En diferentes culturas el saludo se realiza de diferentes maneras. Dicen que los esquimales se frotan la nariz, y que los japoneses solo hacen una porque consideran antihigiénico estrecharse las manos.
En la sociedad occidental el gesto más utilizado es el apretón de manos. Debe ser corto y firme pero sin rudeza. Demasiado corto puede demostrar falta de interés, mientras que un saludo más largo puede indicar ilusión y ganas de colaborar.
Entre las mujeres es más común el beso para expresar afecto, y es empleado entre familiares, y amistades muy entrañables. El abrazo, es una manera más efusiva y se utiliza en ocasiones especiales, o entre personas que se conocen bastante, o cuando llevan mucho tiempo sin verse, o para expresar un sentimiento de mayor proximidad o sentimiento, como por ejemplo, el pésame.
Esta forma de cortesía es mucho más utilizada por los hombres y es poco habitual entre las mujeres; en algunas ocasiones va acompañada con unas palmadas en la espalda, sobre todo si hace tiempo que no se han visto.
Quienes han inventado una valoración del saludo son los políticos, sobre todo cuando andan en campaña. Saludar de mano ante las cámaras a cualquier persona equivale un punto, abrasar a una viejecita, 10 puntos, cargar en brazos a un niño mocoso, 20 puntos, y saludar de abrazo y beso a una persona con capacidades diferentes, 40 puntos.

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