jueves, 31 de enero de 2019

COLUMNA

DH-1-07-18
Tino Gatica
Cuidar el pellejo en la cobertura periodística
En el periodismo, considerado de manera permanente como de alto riesgo, los cursos y talleres para tomarlos en cuenta, en la cobertura de los hechos delictivos no siempre son considerados, además de que una situación es la teoría y otra la “praxis”. Solamente para quedar en claro que los reporteros, son los que viven ordinariamente los sucesos de toda índole, y tratándose de situaciones delictivas tiene ante sí un panorama de exposición de su integridad física. Entonces, toda forma de obten
er información para estar alertas en esta cobertura, corresponde tanto en lo personal, como en el interés que tenga el dueño o editor de quien contrata o recibe en colaboración las notas. Ahora que en las redes sociales, tan usadas por cualquier persona no necesariamente es un reportero, pues resulta que cualquiera con un celular con un excelente dispositivo para grabar y tomar videos o fotos puede estar enviando información en vivo y en instantes en que ocurren los sucesos. Y menciono todo esto, para dar contexto sobre el desaguisado que tuvo que darse entre un grupo de agentes ministeriales, específicamente con uno de ellos que un operativo policiaco para dar con una persona secuestrada, fue encañonado. Y ese episodio fue tan severamente cuestionado no solamente por el gremio periodístico sino de otras personas reales y virtuales que conviven en las redes sociales (sobre todo de “Face-Book”). Es más, se difundió tanto ese asunto que escaló en la televisión abierta, aunque como siempre de manera muy escueta, porque sus intereses son la opacidad, el encubrimiento y solapamiento de asuntos delictivos en donde los gobiernos locales o en este caso el estatal de Guerrero, no han podido cubrir las expectativas en materia de seguridad pública. Y en este tenor ocurrió lo que parece ser una dinámica muy ordinaria: hubo dos posturas, cuestionando el proceder de cada “grupo” antagonista en ese operativo policiaco: que si el agente ministerial excedió en sus funciones y en el caso del reportero (al único que aparentemente le apuntó) que arriesgó demasiado al hacer esa cobertura “en vivo”. Y en este caso, mi experiencia de años, es que aunque existan muchos protocolos en la cobertura periodística siempre habrá un riesgo latente. Aunque el hecho de que te apunten con un arma indica el grado de peligrosidad en que se ha convertido el oficio periodístico, y siempre me inclinaré por quienes entregan sus trabajos a medios impresos que tienen su lado digital. Entonces, aunque cada quien saque sus conclusiones y opine sobre un tema en particular no sabe lo que estar en una línea de fuego, además de que siempre lo he comentado con los colegas que la vida no retoña o que un periodista valiente no puede contar otros episodios porque con tres metros bajo tierra, no siempre se lo agradecerá la sociedad, y mucho menos lo hará el dueño para el que trabaje o colabore. Y este riesgo y vulnerabilidad así como la exposición a más situaciones de riesgo es exponencialmente para quienes se dicen ser reporteros y difunden  los sucesos noticiosos en las redes sociales virtuales o digitales. En el lado del agente ministerial, esa misma exposición lo hace vulnerable debido a labor que tiene y por ser un representante de una autoridad, quiérase que no…SALUDOS: Como no queriendo la cosa, como periodista que me gusta la convivencia y estar en situaciones dramáticas, como es el caso de los pésames por un difunto, es que recomiendo ampliamente el servicio que ofrece “Funerales Chilpancingo”, a poos metros del centro de la ciudad capital. En cuanto a esto de morir, es claro que nadie piensa en esa situación, y hasta tocan madera, pero por si alguien tiene que pasar por ese proceso, yo les recomiendo que acudan a pedir este servicio más especial a la “Funeraria Chilpancingo”. Y Usted se dirá, qué onda con este columnista, que ama la vida y recomienda una funeraria. Pues sí, ocurre que soy bien realista, nada de pesimista, pero considero que no es mala idea tener en cuenta este asunto. Considero que no existe en el ánimo colectivo estar pensando en cómo tener en cuenta el pago de un funeral, tanto de algún familiar como de uno mismo, porque no es tema común, sin embargo, sí conozco personas que han dejado por escrito su testamento, y en consecuencia están considerando la importancia que tiene testamentar y dejar todo en paz en cuanto al patrimonio se refiere. Por lo anterior, así como se maneja el asunto de ser precavido, también se tiene que tomar en cuenta el pago anticipado de gastos funerarios para que no se dejen problemas con los deudos, como una manera de pensar con madurez. Luego entonces, es pertinente que les recomiende los servicios que se tienen en la “Funeraria Chilpancingo” que se ubica sobre la calle “Miguel Hidalgo” número 23 a pocos pasos del zócalo de Chilpancingo, ofreciendo un servicio con toda sensibilidad, acompañamiento y respeto. (Comentarios: dacnificados@outlook.es).

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