COLUMNA

Entre la verdad y la ficción.
Jorge Luis Falcón-Fernández Arévalo
Los vertederos del diablo
“Moisés nos arrastró 40 años por el desierto, para traernos al único lugar en todo el Medio Oriente donde no hay petróleo.”
-Golda Meir, fue una política, diplomática y, como estadista, la quinta primera ministra de Israel-
El gobierno federal estuvo enterado, desde la mañana del día viernes 18 del mes de enero del 2019, del derrame de gasolina en una línea de conducción de gasolina, cerca del pueblo de Tlahuelilpan. Millones de litros vertidos, así como la densa gasificación del derivado del crudo, de la tom
a no clandestina, en el estado de Hidalgo.
Convocados los pobladores por huachicoleros, para ganarse unos pesos y sustraer y comprar los litros de nafta, que pudieran obtener bajo rudimentarios depósitos de plástico, peltre o aluminio.
Los convocantes, conocedores tal vez de que pudiera darse un chispazo y morir o salir quemados (que sucedió); y, otros tal vez, que estando recogiendo en el canal de la “laguna” del carburante, no sintieron la muerte por la explosión que los reventó. Desaparecieron. Por ello el total de muertos debe estar de alrededor de 200, conservadoramente.
Si desde sus estaciones de monitoreo y control Pemex, no cerró las válvulas de compuerta, al saberse de la fuga, ese sí es un problema que debe ser investigado.
Pero sí, estuvieron los militares para impedir el paso; y, tal como se aprecia en videos los pobladores pese a que les impedían el tránsito se impusieron y lograron su cometido.
El ejército entendiendo el peligro que acechaba se mantuvo a distancia prudente.
El presidente López Obrador, que ha estado al pendiente del huachicoleo; y presto está para no permitir más este saqueo, se le olvidó dar las instrucciones -o al menos alguno de sus asesores debió recordarle el caso de Hidalgo- de que se cerrara el ducto y no permitir el derramamiento de los más de cientos de miles de litros del derivado del llamado “oro negro”.
¿Dónde está el error técnico, político, social?
¿Dónde la impunidad de permitir el robo y saqueo de la gasolina?
¿Quién no permitió el cierre de válvulas de paso?
¿Por qué el personal técnico de Pemex, sabiendo del peligro latente que pudiera ocasionar la fuga, se permitió que se expusiera la vida de cientos de pobladores, ante un desenlace inminente y funesto?
¿Quiénes son los responsables de esta desgracia?
¿Qué mensaje de responsabilidad o eficiencia se le envía al mundo petrolero de que no sabemos manejar ni en seguridad ni técnicamente este tipo de robo a la nación, como lo es uno de los derivados del llamado petróleo?
¿Quién gobierna al país, realmente?

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