miércoles, 23 de enero de 2019

COLUMNA

COSMOS
Héctor CONTRERAS ORGANISTA
ALEJANDRO CERVANTES DELGADO
¡El Mejor Gobernador de Guerrero de todos los tiempos!

En esos términos dicta y concreta el pueblo de Guerrero –no todo, obviamente, pero sí la mayoría- el aprecio, el cariño, la gratitud, la admiración y el reconocimiento al esfuerzo titánico que hizo un gobernante excepcional por el estado de Guerrero, de 1981 a 1987 del siglo pasado. Él fue Alejandro Cervantes Delgado, chilpancingueño, nacido hace 93 años en la capital del estado de Guerrero.
Cierta tarde, cuando iba a realizarse el primer acto político antes de la campaña para gobernador en las afueras del palacio de gobierno y había sido yo invitado para desempeñar la responsabilidad de conducir el programa como maestro de ceremonias, subí al templete de madera. Ya estando frente al micrófono tuve una duda y bajé de inmediato al lugar donde se encontraba don Alejandro y le pregunté: ¿Cómo lo anuncio? ¿Cómo licenciado o como profesor?
Después de unos segundos de meditarlo, me instruyó: “Como profesor y licenciado”.
Y a partir de ese anuncio, todo mundo, en todas partes, incluyendo los protocolos y la papelería oficiales así fue considerado y así pasó a la historia, como Profesor y Licenciado…¡Ah, es
o sí: Primero, Profesor!
Años antes, me había sumado a la campaña que hizo como candidato a senador de la república.
Con un gran locutor de Ciudad Altamirano, ya fallecido, de apellido Negrete (Víctor Manuel Guzmán Negrete, si mal no recuerdo, porque han pasado muchos años) anduvimos anunciando en muchos lugares. Ya casi al terminar el periplo, en Chichihualco, antes del mitin político me llamó don Alejandro Cervantes Delgado a un restaurancito donde junto con el candidato Soberón estaban tomando sus alimentos y me agradeció el apoyo que les había brindado, anunciando.
“¿En qué podemos ayudarle?”, me dijo. Le agradezco, señor. El trabajo que hago es porque admiro su trayectoria y aquí andamos con usted, gracias… “Terminando la campaña le vamos a obsequiar un juego de plumas”, ofreció.
Después de otro puñado de años, una tarde estábamos platicando con el admirado periodista don Arturo Mundo Catalán, recargados en la pared de la puerta norte de la ahora catedral de Santa María de la Asunción, porque iba a comenzar la ceremonia del 13 de septiembre y se hacía sesión por parte de la Cámara de Diputados. Llegamos temprano, ya había algunos diputados e invitados en el lugar cuando de repente que por la puerta principal veo entrar a don Alejandro Cervantes Delgado, y que le digo a Arturo: Ven, viene solo; vamos a entrevistarlo. Fui solo.
-Don Alejandro, le dije: Lo felicito porque ahorita llega usted solo a este lugar, pero dentro de un año no se le va a poder ni saludar el 13 de septiembre cuando llegue a la iglesia…
“¡Ah, caray…y eso por qué?”
Pues, porque ya va a venir usted investido como candidato a gobernador…y rodeado de mucha gente.
Sonrió, y me dijo: “¡Hágamela Buena!”
Pues, no se le va a poder ni saludar, pero aquí estaré, a ver si aunque sea de lejos… En ese momento voltee hacia la puerta norte… como indicándole dónde iba a estar dentro de un año.
Luego, en la misma iglesia de la Asunción le hice una entrevista, acababa de regresar de un viaje por Suramérica representando a México. Jamás perdió su amabilidad y atención a los periodistas y a los medios.
Cuando fue a buscar su lugar en el presídium, algunos lo saludaron con desdén y otros diputados ni caso le hicieron; todos estaban con don Rubén Figueroa Figueroa, que era el gobernador y aún no llegaba al recinto.
Meses después, estuve con muchos periodistas en el “destape” que de él se hizo como candidato a gobernador del PRI a gobernador de Guerrero y don Hermilo Castorena Noriega, a la sazón jefe de prensa del PRI estatal, me invitó como colaborador y poco antes de iniciarse la campaña política me asignó como reportero-redactor de la campaña donde conocí más de cerca a don Alejandro.
Ganó, y una noche antes de la Toma de Posesión don Hermilo me pidió lo acompañara a los ensayos que de la ceremonia del día siguiente estaba haciendo don Alejandro en el Conjunto “Jacarandas”.
De pronto escuché una voz: “Amigo Contreras”, me acerqué a don Alejando quien me dijo: “Quiero que mañana, sea usted el maestro de ceremonias de mi toma de posesión”.
-Gracias, señor, con mucho gusto. Es un honor para mí.
Al día siguiente, desde temprano el Estado Mayor Presidencial ya estaba en el “Jacarandas”. Preguntaron quién iba a ser el maestro de ceremonias. Me dieron instrucciones y así como lo indicaron, lo hice. Al terminar la sesión, don Alejandro Cervantes Delgado, ya era el nuevo gobernador de Guerrero.
Un día después, otra vez me llamó don Hermilo: Llegué a las oficinas de Comunicación Social en el segundo piso del Palacio de Gobierno donde el señor Castorena ya era el titular. Don Hermilo me saludó y me llevó a una oficina.
“A partir de este momento, y por instrucciones del señor gobernador, te harás cargo de la jefatura de Prensa del Gobierno del Estado”.
Aguanté tres meses y presenté mi renuncia a don Hermilo, agradeciendo las atenciones del señor gobernador.
Después el licenciado Carlos Barrios Martínez y más tarde de don Jesús Terán Pérez Vargas quienes ocuparon el cargo que desempeñó don Hermilo, me estuvieron pidiendo regresara yo a prensa.  Les agradecí y me seguí haciendo mi periódico semanal.
Hice reportajes como el anuncio en exclusiva que me concedió el gobernador Cervantes Delgado sobre la pavimentación de la carretera de Petaquillas a las Grutas de Juxtlahuaca, la remodelación del Balneario de Santa Fe y el sistema de luz y sonido para las Grutas de Juxtlahuaca. Otro reportaje sobre el hallazgo de Teopantecuanitlán y entrevistas al propio gobernador y a casi todos sus funcionarios, amén de mi trabajo de años, visitando los municipios de Guerrero, en jornadas muy interesantes que periodísticamente me dejaron muchas enseñanzas.
Don Alejandro hizo mucho por Guerrero, pero sin duda una de sus pasiones fue la cultura. Hizo que Bebu Silvetti junto con el admirado maestro Miguel Ángel Bringas, grabaran un disco de música guerrerense. Creó el IGC y los Colegios de Bachilleres. Canchas Deportivas, Caminos Sacacosechas, Dando y Dando, etcétera. Tuvo funcionarios excelentes, colaboradores amigos y dio a Guerrero una generación de profesionales que al rato asumirían el cargo que él, como jefe del Poder Ejecutivo mantuvo con mucha dignidad.
No es halago para quedar bien con alguien sino por cumplir con la verdad ante los lectores que no lo trataron o no lo conocieron:
Don Alejandro, de ese tamaño político que logró escalar, fue de una capacidad intelectual y profesional que supo aplicar con alta responsabilidad y dignidad en las alturas que alcanzó como gobernador.
Fue un hombre tratable, sencillo, honesto y práctico. Agradecido con quienes le apoyaron en sus pretensiones políticas.
Cabe anotarse como una de sus particularidades que saboreó en sus alimentos lo que con tanta modestia consumió en casa junto a sus padres cuando era niño, y de ello hay infinidad de testimonios. Nunca, pues, despegó los pies del suelo.
Una mañana en que platicamos con él acerca de la Delegación 17 del Sindicato Nacional de redactores de la Prensa donde en 1983 no localizamos ni un alfiler sino 20 largos años de abandono y miseria, le presentamos nuestro programa de actividades. Lo leyó y preguntó al señor Castorena, su director de Comunicación Social:
-“Don Hermilo, ¿esta es la agrupación de periodistas a la que perteneció mi padre?”
“Sí, señor gobernador. Esta es la Delegación 17 de Redactores de la Prensa”.
Volvió a pasar la mirada en el texto y le dio una instrucción a su colaborador: “Proporcione todo lo que necesiten los señores periodistas”. Días después le invitamos a visitarnos en las nuevas instalaciones del SNRP, y gracias a él logramos realizar muchas actividades, siempre buscando beneficiar a las familias de los periodistas.
Sea siempre bien recordado el gobernador que por encima de todos sus colegas guerrerenses se distinguió por trabajador, honesto, activo, entrón, creativo y amigo…

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