ARTÍCULO-OPINIÓN DESDE ESPAÑA

Algo Más Que Palabras
========================
Víctor Corcoba Herrero/ Escritor
=========================
AIRES DISCRIMINATORIOS
“Se requieren líderes con otra visión más incluyente, y también gentes con valor para denunciar cualquier tipo de abusos, generadores de disputas inútiles y de desigualdades absurdas”.
Todos estamos llamados a entendernos, a conocernos internamente  y  a reconocernos, al mismo tiempo, vinculados a ese tronco común que hace familia en la medida en que nos hermanamos unos con otros. Por eso es importante que los gobiernos no instauren leyes discriminatorias contra grupos humanos determinados, puesto que todos al fin somos necesarios, y el hecho de que exista una minoría privilegiada, lo que origina es un absurdo enfrentamiento, con la consabida fragmentación y apertura a los caminos de la violencia. Sea como fuere, los poderes públicos no pueden olvidarse de las múltiples y, a menudo, graves motivaciones que impulsan a tantos seres humanos a abandonar su país natal. Casi siempre, su decisión no nace solamente de la necesidad de mayores oportunidades; con asiduidad se les impulsa a huir, debido a una multitud de conflictos, tanto culturales como sociales y religiosos, verdaderamente injustos, que suelen dejarnos sin pala
bras.
Por consiguiente, no me gusta este vendaval que distancia corazones y pone barreras. En consecuencia, ningún ciudadano puede conscientemente avivar o apoyar estructuras y actitudes que dividan a unas personas de otras, a unos grupos de otros. Idéntica enseñanza debe aplicarse a quienes hacen uso de la barbarie y la apoyan. La humanidad en su conjunto, abandonando cualquier forma de intolerancia y discriminación, ha de propiciar atmósferas más armónicas. Aún hoy muchas personas son sometidas a privaciones y brutalidades indescriptibles, realidades contrarias a ese espíritu de paz que alientan los derechos humanos, que son los que en verdad inspiran e impulsan el progreso de la especie. En este sentido, hemos de reconocer avances, sobre todo en el abandono de la pobreza extrema, o en un mejor acceso a los sistemas de agua potable, pero a la vez, se advierte fruto de estos aires arbitrarios el constante crecimiento del discurso del odio y la venganza. Indudablemente, se requieren líderes con otra visión más incluyente, y también gentes con valor para denunciar cualquier tipo de abusos, generadores de disputas inútiles y de desigualdades absurdas. 
Tal vez uno de los desafíos más delicados para la agenda de derechos humanos sea la concentración de riqueza en unos pocos, y estas atmósferas que discriminan, aíslan y excluyen como jamás. Mal que nos pese, esta sociedad aparta y lejos de debilitar su afán, prosigue relegando por razón de sexo, la causa subyacente de la violencia contra las mujeres y la violación de los derechos humanos más extendida e impune que existe en el mundo. Por otra parte, lejos de desterrar este espíritu discriminatorio, de derecho o de hecho, parece incorporarse cada día por todo el orbe y tomar actualidad. Sólo hay que observar las muchas tensiones que se perciben por doquier. De ahí la trascendencia de entrar siempre en diálogo, de dejar el paso a la razón, a la confianza mutua, a negociaciones sinceras y al hermanamiento entre ese cúmulo de diversidades. En cualquier caso, los Estados no  han de buscar la seguridad en la acumulación de nuevas armas, pues lo substancial es rebajar el armamento en el planeta, incluido el arsenal atómico y nuclear.
La imposición de las armas no es una solución aceptable. Las nuevas generaciones han de poner fin a tantas inútiles luchas y a la enemistad entre análogos, por propia supervivencia de la especie humana. También los derechos de las minorías deben ser salvaguardados, igual que la de todos aquellos que viven marginados en la sociedad o que no tienen voz, lo esencial es reconocer la dignidad de toda existencia y poder hermanarnos, hacia espacios más acordes con nuestra propia naturaleza humana. Lo que no podemos es continuar negando la igualdad fundamental entre toda la ciudadanía, proclamada en varias Declaraciones de las Naciones Unidas y demás Organismos Internacionales. Al fin y al cabo, lo que está en juego es la dignidad de toda vida y, por ende, el bienestar de todos los moradores que, hoy más que nunca, no paran de moverse, contribuyendo de esta manera a un desarrollo más global, aunque el 85% de las ganancias de los trabajadores migrantes se queden en los países de destino. No se nos olvide que el vínculo entre migración y avance está muy presente en el empuje de todas las áreas de la tierra, con un nombre muy específico, el de la concordia; puesto que cuanta más expansión, menos retraimiento y más conformidad.        
Víctor Corcoba Herrero/ Escritor/corcoba@telefonica.net/27 de febrero de 2019.-

Comentarios

Entradas populares de este blog

Sacados 3 del "Bar Bar" tirados al río Huacapa

𝗥𝗲𝗰𝗼𝗻𝗼𝗰𝗶𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼 𝗮 𝗗𝗮𝗻𝘁𝗲 𝗙𝗶𝗴𝘂𝗲𝗿𝗼𝗮 𝗚𝗮𝗹𝗲𝗮𝗻𝗮 𝗲𝗴𝗿𝗲𝘀𝗮𝗱𝗼 𝗱𝗲𝗹 𝗜𝗣𝗡, 𝗼𝗿𝗶𝗴𝗶𝗻𝗮𝗿𝗶𝗼 𝗱𝗲 𝗖𝗼𝗽𝗮𝗹𝗮, 𝗚𝗿𝗼.

𝗖𝗲𝗻𝘁𝗲𝗻𝗮𝗿𝗶𝗼 𝗱𝗲𝗹 𝗻𝗮𝘁𝗮𝗹𝗶𝗰𝗶𝗼 𝗱𝗲 𝗖𝗼𝗵𝗶𝗻𝘁𝗮 𝗚𝘂𝗲𝗿𝗿𝗲𝗿𝗼 𝗔𝗽𝗮𝗿𝗶𝗰𝗶𝗼