lunes, 25 de marzo de 2019

COLUMNA

DH-1-07-18
Tino Gatica
Todo tiempo pasado fue mejor…sobre todo en materia de seguridad pública
¡Qué tiempos aquellos, señor don Simón!, son los comentarios de las personas que tienen más de 60 años de edad, que nacieron en algún punto de la región de nuestro hermosísimo estado de Guerrero y aplica en cualquier otro lado. Y es que en el aspecto de la seguridad pública, en cuanto corresponde a nuestro bello estado de Guerrero, nomás por hacer presunción de que de aquí soy, ocurre que en las pláticas de familia con sus diversos integrantes, se menciona con mucha emoción este aspecto de la seguridad pública, entendida como la seguridad que se tenía cuando las personas salí
an de sus hogares a caminar por sus calles, llegando al centro, a saludar a quienes encontraban a su paso, siempre con la mano alzada en un “adiós, luego nos vemos” o indicando un “que te vaya bien”. Y tanto los mayores como niños y niñas siempre con un saludo mirando de frente. Asimismo se extraña caminar, sin prisa, sin temor de que algún desconocido te quitara tu dinero del día, pues ahora no solamente te quitan eso sino la propia vida. Que en los pueblos, cerca de los ríos, las personas, en familia, se iban a pasar el rato, sin ninguna preocupación, como la que sí existe ahora. Y luego está ese saludo completamente perdido del niño o niña que al ver a su padre, a su madre o a un abuelo o una madrina le decía: “santo…padre (madre)”, con una reverencia que a estas alturas suena mucho a cursilería. Y de los precios de la canasta básica también sobra mucho por mencionar, pues los centavos sí tenían poder adquisitivo como lo eran su peso, nuestra moneda que servía para adquirir productos necesarios para la alimentación. ¡Y hasta alcanzaba para divertirse! Se dice, por comentarios de nuestros abuelos o abuelas (además de quienes nos engendraron) que esos tiempos eran de puro respeto, de mucha confianza y que no se pensaba en que algún día habría tanta maldad. Que una llamada de atención de un padre a su hijo o hija era simplemente acataba, “sin chistar” se decía; o que estaba severamente castigado  por la madre o el padre que se robaran los “vueltos” del mandado. Y quien tiene la posibilidad de charlar con personas de la Tercera Edad, todavía pueden escuchar esos comentarios con mucha tristeza, con nostalgia e incluso preocupación. Y qué bueno que todavía pueden tener esos episodios de comparación con el antes y el ahora, debido a que el pasado no se observa tan aterciopelado o halagador, tratándose no solamente de la seguridad pública, sino de otros asuntos que empiezan a modificar nuestro comportamiento tanto en familia como en nuestro entorno y la sociedad toda. Afortunadamente para quienes pueden tener ese comparativo, se puede considerar que es un cambio de actitud o de comportamiento, siempre pensando en los valores y principios positivos. Como toda familia mexicana, la que Usted tiene, la mía, la del vecino, tiene que poner en práctica esos valores para que puedan sobrevivir, o al menos vivir para contarla en este tiempo en el que les toca enfrentar, con sus sinsabores, pero también con sus alegrías….SALUDOS: Y bueno, ya que abordé el asunto de la seguridad pública como un asunto de nostalgia por el pasado, ahora les recomiendo, con todo respeto y sensibilidad  la “Funeraria Chilpancingo”, siendo un negocio que tiene muchos años ofreciendo sus servicios en esta capital, en el estado de Guerrero y tiene una servicio especial de traslado de la persona fallecida en el interior del país, con unos requisitos fáciles de cumplir, pero que se les tienen que ofrecer físicamente en ese establecimiento. Y es se menciona que el mayor misterio de la vida es la propia muerte, pero es meterse en otros planteamientos, pero para las personas que tienen un duelo por la pérdida de un ser querido eso es lo que menos les interesa, sino el de proporcionar a su familiar una última despedida con dignidad y cariño. Sobre todo cuando se considera a uno mismo como que estamos de paso. Entonces, pese a todo, Usted debe estar consciente de que de alguna manera tendrá que requerir información sobre los servicios que se tienen en una funeraria. Para mayores detalles, para estar prevenidos ante esa situación no siempre inesperada, como son los decesos por muerte natural, se les recomienda que acudan a pedir informes a la “Funeraria Chilpancingo” que se ubica sobre la calle “Miguel Hidalgo” número 23 a pocos pasos del zócalo de esta misma ciudad capital. (Comentarios: dacnificados@outlook.es).

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