martes, 26 de marzo de 2019

POLICRÓNICA

Ruffles....La atención y el servicio va de mal en peor en la empresa  camionera “Estrella de Oro”, los ciudadanos que frecuentemente la utilizan para desplazarse a los diversos puntos del estado de Guerrero y del país, son atendidos con un menú express a base de productos chatarra “Ruffles”, normalmente para que los disfruten en los largos trayectos.

En la actualidad es un lujo viajar en cualquier transporte público, y los empresarios le echan todo la culpa al aumento de los hidrocarburos, pese a todo ello, los ciudadanos están obligados a trasladarse de un lugar a otro. El costo del transporte de los autobuses lo incrementan sin ton ni son, en la que las autoridades de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, no están atentas para regular el costo que afecta la economía de los usuarios. En esta ocasión abordaremos el tema de la empresa  de autobuses “Estrella de Oro” con residencia en Guerrero, específicamente los usuarios de Chilpancingo, quienes tienen pésimas experiencias al ocupar esa vía de traslado. Quienes han viajado en los autobuses “Estrella de Oro”, han podido verificar de que la atención va de mal en peor, quien viaje a cualquier del día, al momento de abordar la unidad motriz, un empleado le entrega al pasajero una bolsa de plástico impresa con los logotipos y nombres de los distintos puntos en donde hacen ruta. El menú chatarra en bolsa contiene unos audífonos corrientes “chinos” para que escuche música, una botella de agua o un refresco de sabor, junto con un envoltorio de productos chatarra “Ruffles”. En verdad que los empresarios de la “Estrella de Oro” atentan contra la salud de sus usuarios, las diversas autoridades     que atienden el tema de los alimentos, definitivamente están obligada a intervenir las autoridades locales, estatales y nacionales de la Secretaría de Salud. Nos parece absurdo que se ofrezcan productos chatarra con la que se atenta la salud de los pasajeros que pagan un boleto caro, y todavía los empresarios le ponen que su servicio es de primera clase, para no decir que es de atraco. Imagínese que una persona  se levanta muy temprano, tiene la necesidad de hacer un viaje de Chilpancingo a la Ciudad de México en las primeras cinco horas del día y le ofrecen ese “menú” obviamente por el largo trayecto no tiene otra opción de consumir sus “Ruffles” y se los bajan con refresco o agua, por ende no tendrá una excelente recepción de esas chatarras a su estómago. Recordamos que hace muchos años, sí había una buena atención, a los pasajeros les ofrecían un sabroso y nutritivo sándwich a modo de tentempié. Pero eso ya pasó a la historia, ahora los empresarios les interesa más sus ingresos económicos, que el incremento de usuarios y sobre todo cuidar su salud. Con ese trato, los pasajeros se llevan una  bruta impresión comer a cualquier hora “Ruffles”, en cambio consumir un emparedado que suele consistir en dos rebanadas de pan de molde inglés,  o de cualquier tipo de pan, entre las cuales se colocan otros alimentos tales como carne, queso, verduras u otros, a veces con condimentos, salsas u otros acompañantes, tenían mejor aceptación para el pasajero.Tristemente ahora el usuario tiene que “chutarse” chatarras que la mayoría de las veces saben a rancio, seguramente que tampoco tienen esa delicadeza de que no sean sobras o saldos de las empresas vendedoras de productos chatarra, quedando en claro que los dueños de la “Estrella de Oro” no les interesa la buena salud de los usuarios, sino que ingrese más dinero para sus bolsillos e  incrementar sus exageradas ganancias, al fin y al cabo, todo mundo tiene necesidad de viajar por esa vía en donde tiene presencia. Cuando se supone que los empresarios deberían tener como política atender, además no conservar, sino incrementar el número de usuarios para que crezca más y mejor su empresa. Pero al parecer su visión está difuminada. ¡Arriba la familia Ruffles! ...Lidernegocio...Luego de que se ha socializado de que ser dirigente de cualquier sindicato “charro” es un gran negocio para el dirigente en turno, por ello en los últimos días en Guerrero, hemos conocido de que hay cambios de comités seccionales, entre ellos del VII del Sindicato Unico de Servidores Públicos del estado de Guerrero (SUSPEG). En el presente proceso electoral que termina mañana 27 de marzo, están participando por lo menos siete planillas con diversos colores, algunos aspirantes son conocidos, otros han sido integrantes de otros comités, y como ya saben cómo se maneja y que se puede lograr dirigirlo, ahora se han anotado y hasta desconocen a sus anteriores “jefes lideres”. El Sindicato Único de Servidores Públicos del Estado de Guerrero (SUSPEG) ha perdido identidad y a pesar de ser el más fuerte en la entidad, ahora es sumiso y servicial a los gobernantes en turno. La decadencia de este sector sindical -con 71 años de vida y más de 25 mil agremiados distribuidos en 72 secciones- surgió hace aproximadamente 20 años por culpa de malos líderes, quienes solo utilizaron a la base trabajadora para sus fines personales. Ahora le toca a los trabajadores de la sección VII la más numerosa en afiliados a elegir mañana a su próximo dirigente. Por la cantidad de “suspirantes”, el Gobierno estatal que encabeza el priista, Héctor Antonio Astudillo Flores, la semana pasada ordenó a su achichincle, que cobra como secretario de Finanzas y Administración del estado (Sefina), Tulio Pérez Calvo a reunirse en las oficinas del SUSPEG con las y los contendientes que aspiran a dirigir la Sección VII del sindicato, a fin de “invitarlos” a no polarizar el ambiente sindical, porque afectaría a la administración estatal, no obstante que se lee como intromisión del gobierno a la independencia sindical. De acuerdo a un comunicado de prensa, el responsable de las finanzas públicas en el estado, les reiteró “que el principal interés del gobernador Hector Astudillo Flores, es que dicho proceso se desarrolle privilegiando el respeto y la democracia, factores que son indispensables para el fortalecimiento de su estructura en favor de los servidores públicos del gobierno estatal”. Ser dirigente de una sección del SUSPEG, es un gran negocio para los dirigentes, pues ganan mil pesos diarios por no hacer nada o alterar el orden público, con el falso pretexto de reinvindicar la lucha y conquistas sindicales. No son nada de despreciables 30 mil pesos al mes, en esta época de crisis de empleo en que el Gobierno federal está recortando a tanto inútil burócrata. Entre los que aspiran a dirigir la sección VII del SUSPEG, se encuentra la cacique perredista, Socorro Sánchez Salmerón quien va por segunda ocasión con su planilla “Fiusha”, tanto que le dejó dinero, que después se fue de síndico procurador del Ayuntamiento de Eduardo Neri (Zumpango), en donde hizo un pésimo papel,  cuando la prensa incómoda le solicitaba entrevistas se negó y hasta escondía su rostro con lo que encontraba en su escritorio para no ser retratada, tal como se evidenció en las páginas de este vespertino en su tiempo, y en su momento. Ahora quiere volver asaltar las cuotas sindicales y utilizarlo de trampolín político, además es la que está gastando con lonas espectaculares con un costo superior a los 10 mil pesos. También están participando para ser elegidos mañana por más de 7 mil trabajadores del sector central, Oscar Aguilar Salgado, encabeza la planilla “Amarilla”; Mario Valladares García, la “Azul”; Francisco Campos Piza, “Aqua”; Elisa Romero Santos, ”Naranja” y Juan Carlos Aguirre Carbajal, “Roja”. Todos ofrecen la luna y las estrellas a sus agremiados y de que son los mejores, que garantizan mejoras en sus ingresos y bienestar familiar. Pero cuando ya están en el cargo, simplemente se encierran en su cuchitril y se olvidan de todos sus compromisos. El 27 de febrero, fue el registro de las siete planillas ante la Comisión Electoral del SUSPEG. Por este proceso electoral sindical, mañana a mitad de semana prácticamente se paralizarán las actividades gubernamentales, porque los trabajadores estarán de “fiesta”.

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