ARTÍCULO

Apango: negligencia y omisión

Edilberto Nava García
Durante la última semana de noviembre del año anterior me apersoné ante el secretario municipal de Apango, César López Iglesias, a quien comenté que en este año (2014) se cumplen cien años a que Apango volvió a ser cabecera municipal y que el hecho reviste mucha importancia toda vez que fue una acción de estricta justicia y tal devolución se debió a las fuerzas zapatistas, pues Apango habíase convertido en centro de agitación revolucionaria y, en marzo del referido año, el general Jes

ús H. Salgado ocupaba la gubernatura, tras la toma de Chilpancingo.
Puntualicé, que pese a que aquella devolución no había sido oficializada por decreto, debido a la ausencia de congreso local, sí constituye el antecedente más serio y único en la República, para que años más tarde, mediante el decreto 22 del uno de noviembre de l919 el congreso local ratificara dicho cambio de cabecera, dado que el congreso especificó que Apango sería cabecera municipal a partir del uno de enero de l920. Expresé al referido secretario una de las formas de conmemorar el centenario de “Apango cabecera” señalando que debía ser el ayuntamiento el indicado para encabezar la celebración.
Noté el entusiasmo en el funcionario municipal, quien me aseguró que en una hora más tarde se lo comentaría al primer edil. Mas, por si algo fallara, el 2 de diciembre opté por llevar una propuesta dirigida al presidente municipal. Por escrito señalé la propuesta, dado que fue el 29 de mayo de 1914 en que el movimiento revolucionario erigió nuevamente en cabecera al pueblo de Apango, en el escrito señalo que al efecto se propone llevar a cabo un encuentro de bandas de música de aliento. Participarían los municipios de Tixtla, Zumpango de Neri, Tepecoacuilco, Huitzco, Zitlala y Mártir de Cuilapan; dos bandas por municipio.
También, un concurso de investigación histórica en torno al movimiento revolucionario, así como un concurso de cuento y como culminación, se llevaría a cabo una semana cultural. Desde luego, a fines de enero o a inicios del presente mes de febrero debían salir a la luz las convocatorias respectivas. Lamentablemente ha transcurrido el tiempo y tal vez por la enorme distancia que hay entre el palacio municipal y el domicilio del suscrito, es la fecha en que no recibo respuesta. Hago constar que soy ciudadano apangueño; en Apango vivo al igual que mi familia y pese a que desempeñé en dos ocasiones el cargo de alcalde, no me escondo de nadie, porque no me señalaron de haber robado el dinero público y jamás ha pesado sobre mí, abuso de autoridad, responsabilidad oficial ni omisión, ni negligencia en mis funciones. Es decir, en Apango soy localizable.
Por ley, toda autoridad está obligada a contestar toda solicitud o petición hecha por los ciudadanos, siempre que la hagan con respeto. La ley señala plazos razonables. En el caso, es evidente que hay negligencia, omisión y abandono de las funciones públicas y, en el peor de los casos, nulo interés por acciones de suma importancia para la vida política del municipio, muy a pesar que Mártir de Cuilapan es por ahora municipio piloto de la Cruza Nacional Contra el Hambre y que la mirada de infinidad de funcionarios está puesta sobre Apango.