miércoles, 3 de abril de 2019

COLUMNA

DH-1-07-18
Tino Gatica
La peligrosidad de las redes digitales sociales en México: suicidio de AVG
En cualquier parte del país, es fácil señalar, acusar y enjuiciar utilizando de una manera cómoda pero cuestionable las redes digitales sociales, que los políticos a su manera también han sabido utilizar por lo anterior se tienen decenas de ejemplos, pero del que ahora me refiero ocurre con el suicidio de uno de los fundadores del grupo musical de Rock “Botellita de Jérez”, que para los no iniciados fueron conocidos en los años de bonanza de este arte en los 80’s como época referencial. Aunque muchos como este grupo ya tenían sus toquines en los subterráneos de la Ciudad de México. Y es la mue
rte del guitarrista (bajista, escritor, fotógrafo y cantante) Armando Vega Gil que ahora ocupa los titulares y el interés noticioso (periodístico) pero asociado a un presunto señalamiento de acoso sexual de parte una joven de la que se desconoce toda característica más por lo que ha trascendido, como de que fue hace tiempo cuando ella tenía 13 años. En este suicidio (“homicidio culposo”, le dicen las autoridades correspondientes al ministerio público) de Vega Gil, resuena mucho el hashtag #MeTooMusicosMexicanos que deben ser investigados porque como suele ocurrir en alguna parte del país, cualquiera puede montarse en un movimiento, apropiárselo y hacer todo tipo de latrocinios, como el mencionado, porque es una muerte de un artista. Ya se dijo que ese movimiento es bueno, pero al paso del tiempo se ha viciado aunque dejó visibles acosos y hasta violaciones de hombres con poder hacia mujeres con distintas edades. Según los diversos comentarios que han estado corriendo prolíficamente en torno a este suicidio (posiblemente bajo presión si se hace caso a su carta-denuncia póstuma del artista), es que las redes digitales sociales tienen un gran poder sobre todo por su masificación, en donde a nadie le interesa que esté controlada o bien reglamentada como ocurre con otras formas de expresión, de comunicación o de información, de las que los ejemplos abundan. Aunque no me gusta el protagonismo, pero siempre coincidí y coincido con bastantes teóricos, académicos y gente de distintos grados de estudios que estas redes son perniciosas en tanto que cualquier persona puede dar su opinión, exponer sus fobias, sus odios y resentimientos en contra de quien le guste, y esto pudo ocurrir en el suicidio del roquero. Paso los datos centrales de esa acción de una muerte que no tiene remedio: en ese hastag se dio a conocer una carta por acoso a una joven de 13 años, ya hace rato, siendo tanta la presión que “sintió” el guitarrista que optó por el suicidio con una carta de despedida: no se culpe a nadie de mi muerte: es un suicidio, una decisión voluntaria, consciente, libre y personal… La única salida que veo ante mí es ésa, así que me decido por ella. Mi vida está detenida, no hay salida”. Añadió que “afirmo categóricamente, dicha acusación es falsa. Soy una persona pública y constantemente recibo gente, muchas menores de edad, en mi casa para entrevistas, talleres, o simplemente en charlas con algunas de estas muchachas y muchachos que siguen mi carrera.“Lo que menos deseo es que mi hijo –de ocho años de edad– se vea afectado por la falsa acusación que se me hace (...) Debo aclarar que mi muerte no es una confesión de culpabilidad; todo lo contrario, es una radical declaración de inocencia. Hasta pronto”, escribió Vega-Gil. En consecuencia había anunciado horas antes que se quitaría la vida: su cuerpo fue encontrado colgado de un árbol con un alambre en la calle La Morena, de la colonia Narvarte, en la alcaldía Benito Juárez, informó la Procuraduría General de Justicia de Ciudad de México. Y se agrega que, “la denuncia que se hace en #MeTooMusicosMexicanos es anónima y quien la lanza a las redes está en todo su derecho de hacerlo así, pero esto pone en entredicho toda mi carrera. Insisto, no ocurrió. Por ello la habría invitado a que habláramos de este asunto”, indicó. Y como se puede observar, este deceso de un gran artista se suma a otras situaciones de desventaja en contra de hombres (con poder) que han sido evidenciados en varios países, de haber cometido acoso y agresiones, así como violaciones a mujeres que formaban parte de su entorno, pero en esta ocasión en México la gravedad del caso amerita una real, profunda y seria investigación en ese suceso, para que se deje precedente, para evitar la facilidad de las acusaciones “solamente porque se me ocurrió”.

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