NOTA CON FOTOS

Bautizó la Luz del Mundo a
105 en alberca en el zócalo

Javier Francisco Reyes.—En medio de cánticos de los coros, plegarias en voz alta en el micrófono y llantos de los asistentes, Por primavera vez el Centro Histórico de Chilpancingo, fue convertido en alberca portátil de bautismo para 105 mujeres y hombres, creyentes de la Luz del Mundo.
Durante la ceremonia  en su libertad de culto quienes presidieron la ceremonia ratificaron que para estose necesita más que “un poquito de agua en la cabeza”, por ello los metieron en una alberca.
La actividad comenzó desde el sábado cuando se colocó el templete en pleno zócalo de la capital del estado de Guerrero, con la autorización del gobierno municipal que encabeza el Partido de la Revolución Democrática (PRD), que no solo se dieron cita los creyentes, sino hasta curiosos para ser testigos oculares de la ceremonia.
Los creyentes de la Luz del Mundo del Distrito 27 que recibieron más que “un poquito de agua en la cabeza”, fueron alrededor de 105 que decidieron bautizarse en esa religión, pero llegaron decenas acompañar en esta ceremonia pública en la plan

cha del zócalo capitalino.
Desde muy temprano de ayer domingo llegaron decenas de “cristianos” a terminar de hacer los preparativos en el zócalo, para que después del mediodía la celebración continuaba en la plaza, en medio de cánticos de los coros, plegarias en voz alta en el micrófono y llantos de los asistentes.
En plena Plaza Cívica “Primer Congreso de Anáhuac”, los diáconos de la Luz del Mundo ordenaron la colocación de una alberca portátil para llevar a cabo la ceremonia de bautismo,  que se convirtió en un atractivo para propios y extraños al ver a las personas como eran zambullidos en el agua.
El diácono Carlos Montemayor Morales, durante su discurso hiló el tema de la Semana Santa, que para los católicos,  ayer  fue domingo de Pascua,  casi al pie de la catedral de “Asunción de María” cuestionó la figura del obispo.
En franca alusión al obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa de Alvarez, Salvador Rangel Mendoza, pues sostuvo que el poder de Dios “no hay quien lo pueda igualar, mucho menos a un obispo”.
Parecía el domingo de resurrección de Jesucristo, un reto entre la iglesia católica y la Luz del Mundo, ya que Montemayor Morales sostuvo que ellos son la iglesia del Dios vivo, por lo que no creen que murió un viernes y el hijo de Dios murió hace 2 mil años y resucitó.
Añadió el diácono, “Ni cada mes, ni cada día, ni cada año lo podemos volver a matar, nosotros no somos los que lo matamos (…) nosotros hermanos que sabemos que murió por nosotros y nos duele mucho”.
Insistió  “no queremos volverlo a ver en ese estado, para nosotros está vivo, está a la diestra de Dios. Ayer no estábamos en silencio, ayer lo alabábamos y antier lo alabábamos”.
Mientras emitía su discurso el representante de la Luz del Mundo, comenzaron a repicar las campanas de la catedral central de Chilpancingo, entonces indicó “hasta ellas sabían que ya comenzaría nuestra ceremonia”