viernes, 17 de mayo de 2019

ARTÍCULO

Música en las
Escuelas

Juan López
Violencia por todos lados. El congreso de Guerrero es sufriente inerme del vandalismo de hordas envalentonadas por la impunidad. Igual la alcaldesa de Acapulco hubo de salir en fuga del templete donde presidía el desfile obrero, tras la estampida amenazante de grupos crueles y feroces.
Todos los días contemplamos masacres de personas aniquiladas en la vía pública por comand
os asesinos.
Vivimos una época tan parecida a las narraciones de La Biblia. Ríos hemáticos en la jura de dios y contra sus herejes. La fe con hierro y azotes tiene profundas raíces en la mitología apocalíptica. Quién lo diría: la tierra se empapa de sangre como si la piedad no existiese. No matarás dice uno de los Diez Mandamientos y sin embargo se asesina todos los días en un horrendo espectáculo de perversidades sin nombre ni equivalencias. Hay autoridades como las de Acapulco convocantes a foros intermunicipales quienes, por distraernos de las diarias ejecuciones y degollinas, fijaron su postura, evasiva, oral, sólo para proteger a sus homólogos y sus familias de la belicosidad cotidiana.
Cambiemos modos y prácticas. Empecemos por las escuelas: La música ambiental, ligera, a volumen adecuado, elegida por expertos, es un ingrediente provechoso para la mente. Toda aula, desde kínder hasta facultad universitaria en México necesita sonorizarse con música instrumental. Debe instalarse un sistema de audio con transmisión digital de la mejor calidad. Lo cual es fácil hoy; puede la tecnología.
Ante tanta violencia, masacres, bullying e inseguridad, se han vuelto imprescindibles alternativas generadoras de climas humanos armónicos entre los colegiales. Si un niño es educado en lugares amables, melodiosos gratos, mañana tendremos mejores ciudadanos. Es una caminata larga, pero debemos dar el primer paso. ¡Basta ya de más violencia!
El precedente es de José Vasconcelos. Hace ya un siglo él, entonces secretario de Educación Pública, dotó de piano a cada una de las escuelas rurales de México. El suyo fue un empeño escolar diluido por el tiempo. Sin embargo, jamás será tarde para mejorar nuestra educación instruyendo con música en las aulas y, como ingrediente obligatorio formar a mejores hombres para el futuro del país. La música jamás  dejó de ser un referente por su capacidad tranquilizadora en las personas de comportamiento agresivo.
  PD: “La música amansa a las fieras”: Orfeo.

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