viernes, 10 de mayo de 2019

COLUMNA

DH-1-07-18
Tino Gatica
Hoy, diez de Mayo...Felicidades
Definitivamente este día Diez de Mayo, es el más importante para el ser humano que hace una mezcolanza de emociones a cual más sentida, festiva o quizá dramática y amarga. En toda la expresión, hoy los hogares, en su mayoría, en sus entradas sus puertas tienen cortinas y arreg
los de todo tipo: cortinas de papel de colores vivísimos, serpentinas. Del interior de esas casas, están los integrantes de cada familia, rindiéndole los honores a la matriarca: ya mujer joven, o señora con del pelo tirando al blanco; o bien venerables señoras de la Tercera Edad, con una dentadura ya postiza o bien arreglada por un buen cirujano dentista; en sus pieles de cada una de ellas se miran los registros de sus historias singulares, como unas huellas por sus noches de desvelo cuando uno de sus hijos no llega a casa o como cuando no podía dormir porque otra de sus hijas se había ido con el novio. Vivencias mil llenan las mentes de las festejadas que por lo menos una vez al año se mira sonriente y satisfecha de haber parido hijos e hijas de bien, obra de sus ejemplos. O  aquella festejada que extraña a la hija que no llega porque se le perdió el boleto de avión o autobús; otra más que siente que se le oprime el corazón porque hasta este día especial no sabe en dónde están sus dos hijos estudiantes, extraviados luego de haber ido “aquí cerquita” a participar en una marcha de protesta. Hilos conductores que la Madre de familia va hilvanando en sus añejos recuerdos por sus hijas e hijos queridos que no se encuentran con ella “porque salimos mal al correrlos pues eran mal ejemplo para sus hermanos”. La dicha de ver que sus vástagos se acuerdan de ella, solamente una ocasión en cada año, para después dejarla  y volar para llegar a su propio nido “porque siempre supe, entendí y me resigné saber que estaban de paso”. Los jalones de oreja, los cinturonazos, la jalada de cabello o simplemente una mirada férrea, un ademán con una de sus dos manos, un movimiento de pie, fueron suficientes para adiestrar a su “niño” o a su “niña” que al paso del tiempo pensaría que ella tenía razón. Todas estas razones, motivos, recuerdos y momentos del presente son suficientes para honrar, conmemorar y saber que la Vida es bonita, sobre todo porque aún se tiene a un ser querido muy especial que siempre está guiando nuestros pasos, así sea en vida o después de fallecida. Hoy y siempre¡Feliz Día de las Madres! (Comentarios: dacnificados@outlook.es).

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