miércoles, 8 de mayo de 2019

POLICRÓNICA

Sinplaca…La flotilla de patrullas de la Policía Municipal de Chilpancingo circulan “sinplacas”, únicamente con un número mal escrito que fácilmente pueden ser confundidas como “clonadas” que usan las diversas organizaciones criminales para cometer sus fechorías.

Circulan “sinplacas” las diversas patrullas de la Policía Municipal de Chilpancingo, capital del estado de Guerrero, entre camionetas, motocicletas y cuatrimotos, violentando el reglamento de tránsito a todas luces, por lo que los desautoriza para exigirle  a los ciudadanos “sospechosos” se identifiquen, cuando los mismos uniformados no están plenamente reconocidos. Si como autoridad deben poner el ejemplo a la ciudadanía, definitivamente las patrullas de la Policía Municipal, deben ser detenidas e infraccionadas por circular “sinplacas”, por lo tanto los agentes de tránsito y vialidad deben aplicarles el reglamento. La Policía Municipal, es la autoridad, por lo tanto deben poner el ejemplo de que andan como es su lenguaje coloquial de la policía “andar por la derecha”. No es invento nuestro, sino que por todo Chilpancingo los ciudadanos observamos a los elementos vestidos con ropas oscuras, pero tampoco cuentan con una placa en su pectoral que los identifique con su nombre completo y cargo. Se supone  que así deberían operar, para que al momento de interceptar a una persona “sospechosa” que se desplace en carro o caminando, no tenga duda de que quienes lo están “parando” son elementos  de la Policía Municipal que están cumpliendo con su trabajo de ofrecer seguridad a la población. Sin embargo las patrullas y los efectivos todo el tiempo andan “sinplacas”, por ello las personas desconfían de que realmente se trate de lo que últimamente se llama “Policía  Fuerza Municipal”. Es necesario que  el Secretario de Seguridad Pública Municipal de Chilpancingo, Edgar Caín Pérez Burciaga se ponga a trabajar y ordenar  administrativamente que todas sus patrullas: camionetas, motocicletas y cuatrimotos, cuenten con placas y engomados, para darles identidad oficial a esas unidades motrices, y lo mismo  debe suceder  con cada uno de los guardianes quienes deben portar uniformes oficiales plenamente identificables y también con su placa con nombre completo y cargo en el pectoral, como se supone que así lo establece el reglamento. Si no se cumple con esos requisitos, estaríamos en la posibilidad de estar frente a delincuentes vestidos y patrullas de supuesta policía, más ahora que se ha incrementado la inseguridad pública, por ende la desconfianza total de los ciudadanos al momento de ser abordados por elementos  policiacos. Actualmente  la fuerza que tiene la Policía Municipal son de alrededor de 130 elementos, todos ellos tienen que estar bien uniformados, porque hemos observado que varios ocupan hasta ropas oscuras pantalón y camisa, pero no es el reglamentario que deberían portar, sino que son trapos comunes que utilizan para vestir como civiles. Entonces eso debe obligar al jefe policiaco Edgar Caín Pérez Burciaga, primero a reflexionar sobre el tema y luego a poner orden en su corporación para tener autoridad moral y policiaca ante los ciudadanos. Lamentablemente desde a finales del 2017, la corporación policial ha sido severamente cuestionada la reputación de la Secretaría de Seguridad Pública  Municipal de Chilpancingo de que algunos o muchos elementos estarían al servicio de la delincuencia organizada, luego de que en diciembre de ese año se les culpara de la desaparición de jóvenes, algunos aparecieron muertos, otros  a la fecha se desconoce su paradero. Por esas graves acusaciones, fue que la Fiscalía General del estado, inició una indagatoria para conocer sobre esos vínculos, por ello fueron sacados de circulación por seis meses y fueron reemplazados por elementos de la policía estatal. Durante ese tiempo los preventivos únicamente estaban “acuartelados” sin hacer nada, pero cobrando puntualmente su quincena hasta afínales del mes de junio del 2018, y hasta la fecha no se ha informado  de los resultados. Hace unas semanas fue asesinado un parroquiano al momento de salir de las instalaciones del cuartel de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal, tras  haber cumplido su tiempo de arresto. Nuevamente se prendieron las sirenas de desconfianza en contra de los policías, de que alguno de ellos habría  “filtrado” la información de la salida del detenido y los delincuentes con mucha precisión de tiempo lo esperaron y  lograron acabar con la vida de quien había cumplido de castigo en barandilla, al no pagar la multa por haber cometido alguna falta administrativa. Por estas y otras cosas que están sucediendo con la actuación de los uniformados municipales, profesionalmente y moralmente está obligado Edgar Caín Pérez Burciaga para iniciar esa revisión administrativa, para recuperar la confianza y respeto perdido de la corporación. Si continúan con “sinplaca” cada una de las patrullas de seguridad municipal, seguirán siendo confundidas con la delincuencia, que hoy en día le da por “clonar” no solo patrullas, sino también uniformar y armar personas para cometer todo tipo de fechorías en agravio de la sociedad pacífica. Debe entrar en razón el Secretario de Seguridad Pública Municipal de Chilpancingo, de la urgente necesidad de revisar ese aspecto que los tiene ahora mal parados ante la sociedad en general, por los negros antecedentes y los cuestionamientos de que muchos de sus elementos están vinculados con el crimen organizado. Si realmente trae buenas intenciones y darle otra imagen a la deteriorada policía  municipal capitalina, entonces Edgar Caín Pérez Burciaga tendrá que ponerse a trabajar sobre el tema y rescatar esa maltrecha reputación. Los ciudadanos necesitamos tener una policía bien identificada,  uniformada para no ser confundida con los delincuentes, que tristemente es lo que más impera en la capital del estado y en todos lados. Pero el caso de la capital de Guerrero, tiene que ser ejemplo  en imagen en todos los aspectos y si quiere dejar huella a su paso por la Secretaría de Seguridad Pública Municipal de Chilpancingo, Edgar Caín Pérez Burciaga, debe tomar con mucha seriedad  el caso y ordenar que se corrija esa deficiencia.  Si está solo por el cargo y el pago, entonces que siga estando cruzado de brazos, para pasar por esa instancia como uno más, sin trascender, ni que logre el reconocimiento y respeto de los ciudadanos. Hoy en día tristemente ver a un policía, es sinónimo de delincuente, no hay confianza, por el contrario lo recomendable es retirarse y ponerse a salvo. Ya no es aquel policía de antaño totalmente uniformados e identificado por el ciudadano que le generaba confianza, seguridad y sobre todo admiración por su trabajo. Por ello, los niños cuando sus padres  le preguntaban  que cuando fueran grandes que quería ser, la respuesta era a boqui pronto “Yo quiero ser policía”. Pero eso se ha ido perdiendo entre  nuestra niñez,  ahora quieren ser sicarios, porque escuchan y leen que esos andan cometiendo desmanes sin ton ni son en contra de la sociedad, además se conoce que traen buenos carros, armas, droga y total impunidad. Ahora si le preguntan a un niño o joven que quiere ser, la respuesta es convertirse en “sicario”, es decir un miembro más del crimen organizado y eso le está ganando terreno en respeto y credibilidad  a la Policía Municipal. El tema también lo debe abordar con mucha atención el presidente municipal de Chilpancingo, Antonio Gaspar Beltrán del Partido de la Revolución Democrática (PRD), y se cumpla que efectivamente es un Gobierno Diferente, porque hasta ahora en materia de seguridad no se ha cumplido ese eslogan. Si el alcalde trae esa buena intención de que es “Gobierno de la Gente”, ahí tiene el tema para poner orden en la Secretaría de Seguridad Pública de Chilpancingo y que sirva a la gente, y no le tenga desconfianza, sino que se recupere ese respeto que se le ha perdido a la policía, porque ha cometido muchos abusos. Es el momento y el tiempo del Partido de la Revolución Democrática en Chilpancingo en donde debe poner el ejemplo de orden en sus policías municipales y lograr que haya otra imagen mejor posicionada ante la opinión pública, después de tener muchos desaciertos y cuestionamientos de los ciudadanos. Se espera que tanto el secretario  de seguridad, Edgar Caín Pérez Burciaga y el alcalde se coordinen y corrijan esa deficiencia y se mejore, para recuperar la confianza perdida a la corporación policiaca que debería ser la primera en que los ciudadanos le tenga seguridad y respeto, en lugar de ver en cada elemento a un potencial delincuente del crimen organizado. La importancia de que las patrullas tengan placa y sean identificables, pues están expuestas a un accidente vial, como el ocurrido anoche  a la Policía Ministerial dependiente de la  Fiscalía General del estado, que si traía sus placas de circulación HE-90-637 del estado de Guerrero. Entonces las mismas autoridades en donde prestan sus servicios saben quién era el chofer y los ocupantes de la patrulla, por ende tienen que responder por lo ocurrido. Eso lo deben entender el alcalde capitalino y el jefe policiaco de la municipal, porque eso de traer solamente un número, fácilmente se pueden confundir con la delincuencia....Despilfarro...Los representantes de los tres órdenes de Gobierno en el estado de Guerrero, se han puesto de acuerdo para despilfarrar el dinero de manera innecesaria, no han entendido la austeridad republicana. Aparte de reaccionar tardíamente con una alta carga de torpeza estúpida, para combatir el incendio forestal que se ubica por el cerro del Alquitrán y el Culebreado frente a Chilpancingo, sin planeación y por declaración del gobernador priista, Héctor Antonio Astudillo Flores por “arte de magia” apareció después de las 13:30 horas surcando el sideral capitalino un helicóptero MI-17 de la Secretaría de la Marina, tripulado por los pilotos capitanes Eric Jiménez López y Eric Manuel Acosta Durán, que se sumaron a sofocar el incendio forestal que inició desde el 2 de mayo a la fecha. Al sostener que fue una reacción tardía y estúpida de los próceres gobernantes, solo debieron haber alquilado los servicios del helicóptero, pero no la  cisterna inflable con capacidad de 35 mil litros e instalada cerca del fraccionamiento “Jardines de Zinnia” aproximadamente a medio kilómetro del incendio. Desde las 13:30 de la tarde  de ayer martes los pilotos de la Semar, capitanes Eric Jiménez López y Eric Manuel Acosta Durán, iniciaron los sobrevuelos en un helicóptero MI-17, equipado con un helibalde; un dispositivo similar a una cubeta que cuelga bajo el casco del helicóptero y tiene una capacidad de 16 mil litros y es abastecido en la cisterna inflable. El agua es acarreada por la aeronave y liberada sobre la zona del incendio. Ese trabajo y gasto de colocar una cisterna inflable, y distraer al menos 15 pipas que estaban surtiendo agua gratis a las colonias de Chilpancingo, que también es un gasto, alguno de los próceres, ya sea el gobernador priista, Héctor Antonio Astudillo Flores; el superdelegado federal único, el morenista, Pablo Almicar Sandoval Ballesteros y el alcalde capitalino, el perredista Antonio Gaspar Beltrán,  pudo haber tenido una brillante idea de no gastar dinero del que no se tiene, sino hacer pagos los necesarios en servicios, en este caso está bien lo del helicóptero, pero lo de la cisterna y pipas, un gasto innecesario. Esto, es porque el mismo helicóptero que desde ayer y al parecer continuó hoy miércoles con su aditamento sin mayor problemas pudo volar unos minutos más a la presa “Juan Catalán Bervera”, más conocido como “El Molino”, municipio de Tixtla, y cargar su helibalde de 16 mil litros y después descargarlos en donde está la conflagración. Esta acción, ya lo escribíamos ayer en este mismo espacio, y hoy lo ratificamos, con ese tipo de maniobras, bien se ahorran los tres niveles de gobierno, mucho dinero, movilización de gente, transporte terrestre y otras cosas más. Pero si lo hicieron con la perversa intención de justificar dinero mal gastado, está bien, que lo sigan haciendo. Cuando se le pregunta al recién desempacado titular de la SEMAREN estatal, el seudo “ecologista”, Arturo Alvarez Angli de que si hay la posibilidad de contratar o pedir más helicópteros, su contestación es un estúpida y torpe, que según él, sabe que hay otro más de la Marina, pero que está en el estado de Veracruz haciendo las mismas tareas. Debe saber este neófito chicle “Astudillista” de que cualquier helicóptero se le puede adaptar un helibalde para hacer esas tareas, y estos aparatos los pueden solicitar prestados y alquilados a la misma Secretaría de la Defensa Nacional, la Fiscalía General de la República que tiene habilitadas para rociar los plantíos de estupefacientes. Enmto0nces que no haga declaraciones pendejas Alvarez Angli, que flaco favor le hace su gobernador Astudillo Flores. Otra que este empleadillo de pacotilla, le exija a su ahora jefe  de empleo, que “suelte” los helicópteros que utiliza para andar de viaje a las diversas regiones del estado y la ciudad de México. Finalmente el pago de las aeronaves sale del erario público, producto de los impuestos de los guerrerenses. No hay gobierno estatal con dirección y liderazgo, todo lo están improvisando desde que comenzó el nuevo gobierno federal, se están haciendo “los muertos” en el estado de Guerrero.

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