martes, 23 de julio de 2019

ARTÍCULO

Los valores humanos
Apolinar Castrejón Marino
Es secreto a voces la decadencia moral de nuestro tiempo, a grado tal que algunas personas se atreven a hablar de pérdida de los valores morales.
En realidad, los valores morales no pueden perderse, pues siempre es necesario que haya algunas reglas para vivir en sociedad. Lo correcto es  considerar que los valores han cambiado.
Por ejemplo, durante el siglo pasado -y los anteriores- la honradez era un valor indispensable para que una persona nos inspirara confianza, y estuviéramos dispuestos para tener algún trato, relación o negocio.
En la actualidad, ante la proliferación de la deshonestidad, y los innumerables casos de gente que roba, y se enriquece de manera ilícita, robar o ser ladrón, ha pasado a ser normal, y hasta un org
ullo. “El que no transa, no avanza”, parece ser el aforismo que le ha dado carta de naturalidad, a la profesión de robar.
Otro valor fundamental es la cortesía. Por decirlo de manera retórica, es el papel de envoltura con que aseguramos nuestra relación con las demás personas. Como ese papel china o periódico, con el cual envolvemos delicadas y frágiles piezas de cristal, que quizá no tengan mayor valor, pero que seguramente se romperán sin esa protección que les ponemos. O como diría el clásico:
“En cuanto sea posible y sin rendirte,
mantén buenas relaciones con todas las personas.
Enuncia tu verdad de manera serena y clara,
y escucha a los demás incuso al pobre e ignorante,
también ellos tienen su propia historia”.
Queremos llamar la atención de los padres, para que vuelvan a enseñar a sus hijos a decir por favor, gracias y buenos días, no solo por civismo, sino porque la gratitud es un estado interior, que reconforta nuestra conciencia y nuestra fe en la vida. Esas tres palabras son mágicas, y todos debemos acostumbrarnos a decirlas, siendo niños o adultos.
Es cierto que en los últimos años predomina la tendencia de no obligar a los niños a nada. Sin embargo, los papás no pueden renunciar a su obligación, de procurar la adecuada integración de su hijo con el mundo.
Como sabemos, los valores humanos más importantes son:
LA HONESTIDAD. Supone que debemos decir siempre la verdad.
LA SENSIBILIDAD. Ayudar, ser compasivos, y entender el dolor ajeno.
LA GRATITUD. Debemos decir “gracias” por los favores recibidos.
LA HUMILDAD. Nos permite saber que tenemos defectos y aciertos.
LA PRUDENCIA. Significa saber evaluar los riesgos y controlarlos en la medida de lo posible.
EL RESPETO. Fomenta la buena convivencia entre las personas.
LA RESPONSABILIDAD. Supone comprometerse y actuar de forma correcta.

Terminamos la cita que iniciamos de Jorge Lavat y su interpretación al poema “Desiderata”:
“Esquiva a las personas ruidosas y agresivas
Pues son un fastidio para el espíritu
Si te comparas con los demás
Te volverás vano y arrogante
Pues siempre habrá personas más grandes
y más pequeñas que tu”.

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