martes, 23 de julio de 2019

COLUMNA

Carpeta Política
Tino Gatica
La violencia nuestra de cada día
En los sermones que dan los sacerdotes de la Iglesia católica así como otras agrupaciones religiosas, se quedan grabados los dignos preceptos de hacer el bien sin mirar a quien o el de asociar a nuestra deidad o santo y santa de nuestra devoción para agradecer que estamos vivos, respirando, comiendo, bebiendo, gozando a todo lo se puede. De ahí una cita del “pan nuestro de cada día”, pero ahora tristemente asociado con la violencia que no se detiene, y por lo menos hay ciertos indicadores de qu
e a nivel federal se empiezan a aplicar en sus compromisos. Sin embargo, hasta el momento no es suficiente, pues los indicadores de percepción sobre seguridad así como las estadísticas de los primeros meses del añ que se fue con más pena que gloria y éste que está gobernando ya empieza a tener sus comparativos. De tal manera que en estos primeros meses de gobierno, todavía al mes de junio, contrastado con el del año pasado, con otra administración priísta en su conjunto, el pico de violencia (asesinatos) se levantó de manera preocupante. Y en esta materia en lo personal ya no me interesa saber que si fulanito o zutanita no hicieron su labor o que se dejaron comprar, o que hubo desvío de recursos porque son de un periodo que se debe quedar atrás. Es ahora la responsabilidad plena, completa y soberana de una administración manejada por un partido o movimiento (de Regenaración Nacional) que debe ser el mejor aliciente para manejar para bien el estado de cosas que nos afectan sensiblemente a nuestra familia y nuestro entorno. No se puede argumentar a favor de que quienes están gobernando, empezando por Andrés Manuel López Obrador no sabían a lo que se enfrentaban. Para eso se hacen los diagnósticos, para eso se tienen estudios concentrados en centros de investigación, para eso se tienen los testimoniales que se reúen en las visitas de campo. Existen variadas maneras de acceder a obtener datos que permitan diseñar estrategias para el combate en contra de diversos delitos. Pero un detallito que hace cojear y trastabillar, esperando que no se caiga, es que se tienen dos conceptos, bueno tres, que solamente entiende a su pensamiento y sentimiento el susodicho presidente de México: corrupción e impunidad, y la austeridad. En esta tríada esta administración no encuentra la solución pues tampoco desean confrontarse con otros intereses y poderes, por eso deja que el “suelo social” esté siendo pisoteado (en parábola) pero dejando pasto arruinado. Ya es tiempo suficiente para que la administración que encabeza quien supo hacer una buena gobernanza en el pasado arrecie con estos tres lastres pero que sea en forma y fondo, porque eso de estar “echándose la mañanera” para estar de cara a la prensa “fifí” empieza a desestimarse dado que hasta el momento no se presumen resultados positivos, que den un alivio a nuestra nación. Ahora, con ese plan de austeridad que no lo va a explicar nunca el presidente de México, es que se quiere tener un presupuesto no solamente ajustado sino recortado, y todas esas renuncias y despidos (justificados porque nadie en su sano juicio quiere gastar de su dinero, o sea no pago para trabajar) serán una constante, hasta que Andrés Manuel López Obrador no revise a conciencia su propia convicción. Pues así, no habrá desarrollo pleno ni satisfactorio para nuestro país, y asuntos que son de su competencia como la inseguridad pública (que ebngloba todo para no mencionar los delitos por su nombre como los asesinatos, secuestros, extorsiones...) serán nuestro pan de cada día. Y no aposté por lo mismo, sino para mejorar en todos los aspectos, pero de manera positiva. (Comentarios:dacnificados@outlook.es).

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