Que si viviera el prócer Vicente Ramón Guerrero Saldaña, se volvería a morir de vergüenza, pues hoy viernes en el 237 aniversario de su natalicio la alcaldesa perredista, Erika Alcaraz Sosa encabezó un desorganizado evento en Tixtla y en Chilpancingo el gobernador priista Héctor Antonio Astudillo Flores, escondido en la residencia oficial “Casa Guerrero” arrinconado con sus zalameros.
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