viernes, 6 de septiembre de 2019

ARTÍCULO

Los Libros Malos
Apolinar Castrejón Marino
Hoy hablaremos de los libros malos y si a pesar de nuestros consejos para reconocerlos, usted quiere perder el tiempo en su lectura, será por su cuenta y riesgo.
En primer lugar, si ofrece información comercial; Segundo, si en la pasta incluye información innecesaria, como otros libros que ha publicado, o los premios que ha recibido y; tercero si el nombre del autor incluye varias abreviaturas.
También indica que es un mal libro, si se encuentra en vitrinas y exhibidores, si en el lomo tiene un número, y si el autor aparece en la pasta.
¿Por que es esto? Pues porque los lectores quieren comprar, o leer un libro singular, connotativo, que describa, defina o narre, un tema preciso. Y los subtítulos son un verdadero insulto a la inteligencia.
El lector o cliente, lee o conoce un libro, y si le agradó, se interesa –a posteriori– por los datos del autor. Además, la importa
ncia de los datos biográficos, no siempre se corresponde con un buen libro. Y si el autor escribe su nombre con varias abreviaturas, creemos que está tratando de ocultar algo.
Teniendo presentes estos consejos, acudimos a una tienda departamental de las más grandes que hay en la Ciudad de Cuernavaca, y nos dirigimos a la librería. Lo primero que notamos es que había varias gentes interesadas en los libros, y los estaban revisando, con claras intenciones de comprarlos; lo cual contraría la información “oficial” de la escasa venta de libros y la poca lectura que realizamos.
Hemos de decir que el lugar es agradable, bien iluminado y ventilado, hay sillones para descansar, y para hojear los libros o cuentos. No había quien atendiera, lo cual al parecer estaba deliberadamente calculado, pues no se trata de una biblioteca. Pero cuando alguna persona quería comprar un libro, de inmediato se presenta un empleado a atenderlo.
Tuvimos oportunidad de comprobar la información que habíamos visto en Internet, acerca de los libros malos, porque casi tropezarnos con una vitrina que contenía libros de empastado elegante, cubiertos con celofán, y con tipografía exageradamente elegante.
Tomamos uno titulado, “Ladrón de ilusiones”, escrito recientemente por un tal Francisco Martín Moreno, cuya biografía y fotografía se encuentran en la pasta trasera.
¿Por qué es un mal libro? Porque se anuncia en la portada como un “fenómeno editorial”, y se trata de una historia “novelada” del triunfo de Andrés Manuel López Obrador, sobre el sistema político mexicano, y la conquista de la Presidencia.
Desde el título, el subtítulo y las primeras páginas, el lector se da cuenta que tras la apariencia del autor, como un viejecito culto y patriota, se esconde un feroz detractor de López Obrador. Carecemos de información acerca de por qué odia tanto al líder del Movimiento de Regeneración Nacional, o a quien sirve con sus infundios.
¿Por qué decimos infundios? Porque en su libro, parte del supuesto de que todos los mexicanos están defraudados de las acciones que ha emprendido el Presidente, desde que tomó el poder; de ahí el título de “Ladrón de ilusiones”.
Pero su ataque es tan cobarde y vulgar, que no se molestó en indagar, ni comprobar su “información”, para hacer una denuncia, y solamente se fue por la vía fácil de “inventar” un personaje cuyo nombre es Antonio M. Lugo Olea, cuyas siglas corresponden a la abreviatura AMLO, creyendo que su paralelismo es ingenioso.
Pero este viejecito también es un buen cómplice de los enemigos, detractores y atacantes del Presidente, como el “periodista” José “Pepe” Cárdenas, quien lo invita frecuentemente a su programa televisivo, en donde invariablemente, le da una interpretación muy retorcida a todo lo que hace, o deja de hacer el Presidente.
Pero muchos creemos que el ruco, o se muere de una congestión rabiosa, o lo “cafeteamos” por razones de antigüedad. A ver qué pasa primero.

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