jueves, 19 de septiembre de 2019

COLUMNA

Carpeta Roja
Tino Gatica
Las “benditas” o “malditas” redes digitales sociales
Los emporios y compañías internacionales, de los denominados Países del Primer Mundo, como una especie de diferenciar el grado de desarrollo (en todos los sentidos) sobre otros, que son un gigantesco andamiaje de intereses, son quienes poseen un arsenal de conocimiento, de ciencia, de telecomunicaciones, de tecnología, que les permiten mantener un dominio que les permita intervenir cuando lo consideren importante. Y esto no suele observar el ciudadano “ordinario” que tie
ne que lidiar con los problemas cotidianos, tanto personales como de familia y de sus otras formas de convivencia. En tanto que uno de esos “apéndices” de estas compañías a las que también se les conoce como trasnacionales, tienen en las redes de comunicación digital, una manera de tener injerencia, sin que en esto se “sienta” que se lesiona la soberanía, en los años ochenta, y como una propuesta innovadora se mencionó en aquellos años las “autopistas de la información”. Claro que es un antecedente, para estos tiempos un concepto no tan conocido, olvidado por quienes tienen más de 40 años con instrucción educativa del nivel medio superior. Es que desde esos años hasta ahora estas “autopistas de la información” son una optimista realidad, de la que todo mundo goza, siendo uno de esos ejemplos el teléfono celular que en sus principios tenía la funcionalidad de establecer comunicación, si acaso con algunos programas de juegos para combatir el ocio, o aprovechar el tiempo cuando se estaba en espera en una oficina para arreglar un asunto burocrático. Aunque ahora la tecnología ha adaptado el teléfono celular como una manera de controlar a las personas (recordando lo que son las compañías trasnacionales del Primer Mundo), sin que suene escandaloso, pero también se le ha dado un uso básico en la toma de decisiones personales e incluso a nivel colectivo, con resultados que sorprendentes, al menos así me lo parece. Uno de los segmentos de nuestra sociedad que se han beneficiado con esta herramienta por su uso y funcionalidad, son los políticos, porque es lo más verificable, en donde se han notado cambios, que en efecto dominó, provocan otros en distintas modalidades. Uno de esos beneficiarios, no el único ni el último, por las situaciones antes expuestas es el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien utilizó ese vaso comunicante, para lograr sus propósitos, con una estrategia que ahora rechaza: la victimización. No es el único caso de este personaje, ahora presidente y fundador del propio partido que fundó: Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), por lo que tampoco puede dejar de considerar que así como él lo usó para su beneficio personal, construyendo un proyecto político, debe evitar en lo posible promover que se modifique esta herramienta de comunicación e interacción que se tiene en México. Insisto en que no es el único que usó esa herramienta para su proyecto, por lo que también otros y otras personalidades del espacio político seguirán haciendo lo propio. Y con el avance de esta tecnología no se debe olvidar que habrán otras sorpresas, optimizando lo que se tiene a la mano, como es ese teléfono celular que tiene esa doble capacidad: destruir y construir. (Comentarios: dacnificados@outlook.es/FB:tinogatica).

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