martes, 11 de febrero de 2020

COLUMNA

Carpeta Política
Tino Gatica
¿Para quién es una vergüenza que niños se armen para defender su vida, de sus familias así como de su comunidad?
El último día del mes d enero de este año, el president de México, el “morenista” mayor, bastante mayor por cierto, se lanzó en contra de quienes pusieron rifles sencillos y maderas simulando armas. El hecho, que trascendió muchas fronteras, dándole la Vuelta al mundo, fue en Alcozacán, municipio de Chilapa de nuestro estado de Guerrero. Todo ha sido un eslabonamiento de sucesos sangrientos que nada tienen que ver en ser aislados. Se tiene un notorio antecedente de enfrentamiento entre comunidades, que según expresiones ya públicas, debido a que fueron infiltrados por grup
os de narcotraficantes que se disputan esos territorios. El arranque, colérico de quien se olvida que ya no anda en campaña, que es presidente de un país que padece diversos flagelos y se comprometió a mejorar estadíos de vida, es Andrés Manuel López Obrador. Es comprensible que por su edad, pueda cometer arranques de esa manera, pues ya está perfilando de manera pública cómo es en la privacidad. Nada  nuevo para un politico presidente que guarda características del pasado, mismo que odia según se infiere en sus constantes alusiones a ese tiempo. Parece ser que con sus mañaneras, ya cumplió con sus engatusados y fieles creyentes a su palabra. Pues bien después de esa irrupción de ese grupo de infants armados con rifles y maderas con esa figura, e presidente Andrés Manuel López Obrador rechazó que ante el clima de violencia e inseguridad que existe en regiones de Guerrero, comunitarios Alcozacán hagan esas cosas, a las que calificó como “un acto prepotente; eso de formar niños con armas y tomar un video es un acto prepotente, no tiene nada que ver con la bondad ni siquiera con el poder porque el poder es humildad, esas actitudes, esos desplantes de prepotencia no sirven, no se consigue nada. Hacen ruido en las redes sociales, vergüenza les debería de dar hacer eso, no se les va aplaudir por eso”. Así piensa el presidente de México, que no es la primera ocasión en que tiene esos arranques. Lo terrible y sensiblemente delicado es que él no ha acudido a las situaciones de conflicto, pues ya ha sido invitado, requerido a que lo haga, que no deje solos a quienes tienen que combatir a cambio de su propia vida. No es lo mismo observar los toros desde la barrera que estár dentro, buscando la forma de evadirlos. O también no es lo mismo ser borracho que cantinero. Se avergüenza el señor presidente de que las personas, infantes, se armen para defender su propia vida, al igual que la de sus familiares y su comunidad, en este caso Alcozacán, pero debería ser informado ampliamente de los antecedentes que se tienen en ese poblado, como en otros. Y basta de echarle la culpa al pasado. Eso demuestra su incapacidad, mostrándose soberbio e incluso negligente en situaciones que son asuntos de Estado. Lo malo con todo esto es que otros conflictos pueden detonarse si él, su gabinete y todas y todos los “morenistas” no asumen una verdadera responsabilidad en incidir en esos problemas. Ya estuvo bueno de tanta pachorra, flojera gubernamental federal, pues comodinamente deja que los gobiernos estatales y municipales realicen esfuerzos sobrehumanos para atender problemas que también son de su incumbencia. Po esa situación es altamente grataficamente, estimulante y se agradece la solidaridad, acompañamiento y empatía de personas ya de la sociedad civil como la familia LeBaron que vinieron a hacer una marcha para entender lo que está pasando en el municipio de Chilapa, al que han podido equiparar como un “desmadre” de todo lo que acontece en el país.  (Comentarios: Email:dacnificados@outlook.es/Face-book:tinogatica).

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