En Guerrero es urgente y necesario que entre los concesionarios de las calandrias de Acapulco, en coordinación con las autoridades del Ayuntamiento porteño y el Gobierno estatal se establezca a lo que nosotros estamos proponiendo “Cuacualandia” o “Santuario”, un espacio exclusivo para que terminen sus últimos días de su vida los caballos con mucha dignidad. (Leer PoliCrónica).
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