lunes, 25 de julio de 2022

𝗟𝗮 𝗚𝗼𝘁𝗮 𝗱𝗲 𝗛𝗶𝘀𝘁𝗼𝗿𝗶𝗮


 


𝒜𝓇𝓉𝓊𝓇ℴ ℛíℴ𝓈 ℛ𝓊𝒾z


CDMX, 25 de jul. 2022.- A inicios de los 1900s, Patricio Valencia Solís, de 14 años; no sabía leer; la pobreza lastimaba el hogar y se propuso actuar: acudió a doña Chinta, quien tenía un burro y se lo alquiló. El trato fue por un centavo diario.


Nada dijo a sus padres y sigiloso, en la madrugada salió de su casa en el burro, con un pequeño bulto que tenía dos cambios de ropa y tomó el camino de tierra hacia Acapulco. Rompía la monotonía del Tecpan de Galeana de aquellos años.

Tras mil penurias, llegó al puerto, vendió el burro, en 40 pesos y pagó cinco por unirse a una caravana a Chilpancingo, 15 días de camino, calor, tierra y peligros de alimañas ponzoñosas. Alacranes, víboras, tarántulas por montones.

Fatigosa, desesperada y terrible, cuando llegaron a la capital del estado, no se les veía el rostro terroso, sin bañarse, salvo cuando pasaron por las orillas del río Papagayo de gran corriente entonces. Para triunfar se sufre.

Se unió a un grupo rumbo a Chilapa, llegaron a la “Ciudad Santa”, hoy peligrosa, había un seminario, y se fue directo; tocó la puerta abrió un joven la rendija: “Perdone la molestia, quiero que me enseñen a leer, porque quiero ser sacerdote”; “espere”, salió un cura y lo invitó a pasar. El engaño a veces se justifica.

Platicaron y el cura ordenó, le educaran, realizaría quehaceres y se le pagara y así, Patricio aprendió a leer y ahorró su sueldo. De entre las sombras salió sigiloso; rumbo a la ciudad de México, logró la primaria, secundaria, preparatoria y se recibió de Ingeniero. Un profesional. Fue alto ejecutivo de Ferrocarriles y construyó grandes obras.

Regresó a Tecpan, a ver a su hermana Anastasia; llegó doña Chinta, con una carretilla; llevaba varios costales: “Pensé que no regresarías, contemos las piedras de los costales, me debes la renta del burro; son 5 mil pesos"… El ingeniero, comenzó a reírse, le pidió perdón y pagó. El éxito se persigue no es gratis.

#𝗤𝘂é𝗱𝗮𝘁𝗲𝗘𝗻𝗖𝗮𝘀𝗮. 🏡 💙

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