Gota de Historia

Arturo Ríos Ruiz

CDMX, 25 de agosto 2022.- Hacia 1930 David Alfaro Siqueiros participó en el desfile del primero de mayo, que acabó en violencia. El artista fue detenido y acusado de instigación a la rebelión. Estuvo en prisión en Ciudad de México, luego, fue enviado a la ciudad de Taxco bajo régimen de libertad condicional.

Taxco le permitió conocer a figuras internacionales de la cultura, como al norteamericano William Spratling y el cineasta Sergei Eisenstein. El artista elaboró pinturas de caballete, pero pidió permisos para visitar la Ciudad de México, para realizar una exposición.

Con el tiempo, Siqueiros logró el exilio. Su primera parada fue Los Ángeles en 1932, donde se mantuvo activo como prestigioso muralista, gracias a la labor diplomática de Dwight Morrow, embajador de EE.UU.

En México. Sin embargo, la beligerancia política del artista le costó la expulsión del país del norte, lo que lo llevó a Montevideo y a Buenos Aires. Ahí se casó con Blanca Luz Brum, que fue el amor de su vida.

Al regresar a México en 1934 y estuvo en la Liga Nacional contra el Fascismo y la Guerra. En 1936, se enlistó como voluntario de la Guerra Civil española, al servicio de la Segunda República. Obtuvo el grado de teniente coronel, por lo que recibió el alias “El Coronelazo”, nombre de su autorretrato más conocido. Un personaje de una vida plena de polémicas.

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