martes, 20 de septiembre de 2022

Sin Medias Tintas





Jorge Valdez Reycén


* ACD, el gobernador de la Reconciliación: AAR

* Entre anécdotas, recuerdan su gran legado

*  “Vamos a Acapulco… ¿o no le dan permiso?”


--“Oiga, Valdez!” –me dijo con un tono casi paternal. Lo miré con atención.

--“Sigue así… Vas bien… nomás no se apendeje” --me dijo con una sonrisa afable. Nunca decía groserías. 

Ese hombre hace 22 años falleció y su nombre es respetado en todo Guerrero: Alejandro Cervantes Delgado.

Lo entrevisté en RTG unos meses antes, con motivo de la presentación de su libro autobiográfico en coautoría con Alicia Ortiz Rivera: “Un Guerrero sin Violencia”. Durante 5 años lo acompañé en sus giras de trabajo como reportero. Hice crónica. Conocí Guerrero por tierra y aire. Anécdotas inolvidables a su lado.

Ángel Aguirre Rivero lo definió en su justa dimensión: “Fue el gobernador de la Reconciliación”.

Y no hay duda: el aguirrismo es la continuación del cervantismo. De esa filosofía, en la forma de gobernar, se nutrió el dos veces gobernador de Guerrero (1993-1996) y (2011-2014).

Parado, bajo la lluvia, en la Rotonda de los Hombres y Mujeres Ilustres de Guerrero –donde descansan sus restos— observé un sentido homenaje luctuoso a quien preconizó “Unidos por Guerrero” como arenga y mensaje en su sexenio. Sus hijos, nietos, familiares y amigos estaban emocionados, por la presencia de gente cercana al inolvidable “hombre de la pipa”. Don Ramón, su esposa… Narno Leyva, Jorge León, Juan Henderson, Vicky Cervantes de Henderson, Alejandro Cervantes Rocha, Juan Larequi, Efraín Flores, Popoca, Ernesto Sandoval, Luis Walton, Humberto Salgado… Ángel Aguirre.

Todos y todas aguantaron la pertinaz llovizna de “Lester”. ACD volvía a reunir a sus amigos y familiares y su memoria de hombre de bien confortaba. No hacía falta templete, ni bocinas… la intimidad de un acto sentido, cercano, jamás desmereció.

La anécdota del ceviche del señor Liquidano, contada por Aguirre –como le decía Don Alejandro— arrancó sonrisas. Y el sueño de que el avión sufría un accidente. “Reynaldo Echeverría, su jefe de ayudantes, le preguntó: ¿Y qué soñó, señor?... ¡Que la puerta se abría… y sólo tú te salías del avión!”… jajajajajaja.

En 1986, a mediados de julio, Don Alejandro me invitó sorpresivamente, casi en la escalerilla del Citation Lear-Jet: “Venga, acompáñeme. Vamos a Acapulco”. Oiga, es que no puedo. Mi esposa está a días del nacimiento de mi hijo.

--Jorge León –instruyó a su secretario particular--, llámale a su esposa y dile que el gobernador invitó a su marido a una gira en Acapulco. Que te dé el número y le llamas. Le guiñó el ojo.

Me volvió a decir: “Ya ve. Resuelto. Vámonos. Lo que pasa es que no pidió permiso” (risas).

Esa gira fue con el secretario de Pesca, Pedro Ojeda Paullada, a quien me presentó en la comida en el restaurante “Pipo’s”. Dos horas después, desde el aeropuerto llamé a Chilpancingo y me regañaron. “Ya voy… regresamos en avión”, dije. El 29 de julio nació Jorge a las 6 de la mañana.

Don Alejandro se burlaba de mi preocupación de padre primerizo… y medio mandil.

De Don Fausto Jiménez Ramos, Hermilo Castorena Tenorio, Jesús Terán Pérez-vargas, Horacio Jaimes Castañeda, Edmundo Moyo Porras… me quedan recuerdos gratos, imperecederos, inolvidables de su gran equipo formado al lado de Don Alejandro Cervantes Delgado.

--Caminar por la calle, saludar a la gente, una vez que deje de ser gobernador, será mi gran anhelo… y no recibir una mentada de madre de nadie –fue la frase que Ángel Aguirre recordó como la máxima aspiración que tenía ACD una vez concluido su sexenio. La gente lo recuerda como un gran mandatario guerrerense, incluyente, plural, impulsor de una generación de nuevos políticos y reconciliador.

Nos leemos… SIN MEDIAS TINTAS.

#QuédateEnCasa🏡💙

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