lunes, 10 de octubre de 2022

๐—–๐—ผ๐—บ๐—ฝ๐—ฎ๐—ฟ๐˜๐—ถ๐—ฒ๐—ป๐—ฑ๐—ผ ๐—ฑ๐—ถรก๐—น๐—ผ๐—ด๐—ผ๐˜€ ๐—ฐ๐—ผ๐—ป๐—บ๐—ถ๐—ด๐—ผ ๐—บ๐—ถ๐˜€๐—บ๐—ผ


 


 

 

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(En nuestro diario de vida, ha de figurar el pan como aliento y la fuerza cooperante conjunta, a travรฉs del lenguaje de los sueรฑos y del abecedario de las ilusiones. No podemos desfallecer, tenemos que vivir hasta desvivirnos por vivir, que la fuente vivencial estรก en el corazรณn. Mil pulsos unidos nadie los paraliza; mientras desunidos es como enterrarse en curso. Ademรกs, aquel que sรณlo estรก para sรญ, tambiรฉn estรก difunto para los demรกs).

 

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Puede que nos asombren las sombras,

que nos impidan tomar la orientaciรณn;

que la adversidad nos deje sin fuerza,

pero no podemos abandonar la senda,

hay que luchar por ella sin inmolarse.

 

Resistamos, no renunciemos al ahogo,

alcancemos familiaridad en nosotros,

tomemos la respiraciรณn del sacrificio,

despertemos al tรฉrmino de la batalla,

para acogerse y recogerse en familia.

 

La pasiรณn estรก en no desmoronarse,

en reconstituirse en cada amanecer,

en tragar saliva y en aguantar recto;

pues aunque la senda sea tenebrosa,

existimos para darnos luz y caminar.

 

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Romper raรญces de sol es destruirse,

y hemos venido para reconciliarnos,

para tejer un nuevo relato edificante,

para crear y recrearnos en el amor,

para amarnos y revitalizar el alma.

 

En esta espera hay que estar unidos,

por la fe de un Dios que no reniega,

que nos busca y rebusca sin cesar, 

que persevera en el abrazo perenne,

a la expectativa de reencontrarnos.

 

Hemos de estar en guardia siempre,

buscando la manera de cohabitar,

y el modo de coexistir en quietud;

moviendo el propรณsito de placidez, 

y removiendo el juicio del poema.

 

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La liturgia de los dรญas estรก en forjar, 

un ejercicio que nos renazca vivos;

vivos para un armรณnico reverdecer,

en comuniรณn y donaciรณn perdurable,

en un sรญ de afectos y efectos รบnicos.

 

La carga es una cruz que nos hace,

encauzar la labor de nuestro paso

por la tierra, volviendo la mirada

a Jesรบs, que hizo de la vida un don,

una entrega de virtudes y bondades.

 

Demos orden al verbo en la verdad,

a la savia para que crezca el รกrbol,

avivemos lo viviente, no el agobio,

seamos dรณciles a la voz del espรญritu,

e inaccesibles a la conducta suicida.

 

 

 

 

 

 

 

๐’ฑรญ๐’ธ๐“‰โ„ด๐“‡ ๐’ž๐’ชโ„›๐’ž๐’ชโ„ฌ๐’œ โ„‹โ„ฐโ„›โ„›โ„ฐโ„›๐’ช

corcoba@telefonica.net

08 de octubre de 2022.-

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