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El maรฑana tiene necesidad de aires nuevos. Nada estรก predeterminado, todo se puede modificar. Si el cultivo del arte nos pone alas creativas, tambiรฉn las letras como las ciencias son una herramienta muy valiosa para comprender el mundo que nos rodea. Sin duda, son esos orbes, ya sea el cientรญfico o el literario/artรญstico, el que nos pone en camino del asombro, para no dejar que la vida de los pueblos se reduzca รบnicamente a un juego entre los poderosos. Hoy, en la sociedad globalizada, se requieren de otras siembras mรกs cabales que nos fraternicen, poniรฉndonos en disposiciรณn de suprimir las guerras de la faz de la tierra. Nunca han tenido sentido los combates. Tenemos que derrotar a las fuerzas del mal. Son una ruina destructiva, que aparte de matarnos el corazรณn, nos dejan enfrentados. La paz espera con urgencia a sus artรญfices. Es cuestiรณn de estar unos con otros, pero jamรกs unos contra otros. Tal vez, para ello, debamos reforzar nuestra propia sensibilidad sobre los vรญnculos, cultivando una actitud de uniรณn y no de divisiรณn, de actitud contemplativa y no devastadora, de cercanรญa y de comprensiรณn en suma. Desde luego, las corporaciones familiares han de conceptuarse por su capacidad para hacer que las personas vivan radiantes. 

Afortunadamente, el planeta aรบn estรก a tiempo de modificar espacios adversos. Indudablemente, tenemos que reorientarnos como casa comรบn, pero tambiรฉn tenemos que juntarnos para reflexionar sobre cรณmo volver a un futuro mรกs esperanzador, donde todos formemos parte, dejando oรญrnos y aprendiendo a escucharnos. Crear conocimiento y comprensiรณn a travรฉs de los caminos de profundizaciรณn recorridos, nos equipa para hallar soluciones a los agudos desafรญos econรณmicos, sociales y ambientales de la actualidad, mejorando de este modo nuestras propias agrupaciones. Corre prisa hacerlo, porque no hay รฉtica sin estรฉtica como tampoco economรญa saludable sin un astro sano. Hemos de regresar cuanto antes al boscaje del verso, a la forestaciรณn de la palabra correspondida, al territorio del alma que se entrega, reviviendo otros รกmbitos mรกs equitativos. Veรกmonos en el mundo, cuando menos para forjar otros horizontes mรกs nรญveos, que conlleven esa dimensiรณn poรฉtica que nos hace crecer en la inspiraciรณn y en el trabajo conjunto. Al fin y al cabo, lo trascendente radica en desmantelar los sistemas que perpetรบan el delirio y en abastecer los mรฉtodos que propician el cultivo del abrazo.

Asรญ es, nos necesitamos en aproximaciรณn de pulsos, ante la multitud de emergencias que nos acorralan; y que pasa por comenzar eliminando las armas nucleares, para finalizar educando en la belleza, a travรฉs de sus tres lenguajes: el de las manos, el del espรญritu y el de la imaginaciรณn. รšnicamente, de este modo, podremos reconstruir un destino universal y reencontrarnos mรกs allรก de los esquemas mundanos, que por otra parte suelen desconcertarnos, sobre todo cuando se convierten en un mercado de intereses, de negocios y beneficios. En demasiadas ocasiones, se echa en falta ese tornado que todo lo despoja y participa, mรกxime en este instante en el que las divisiones se hacen mรกs profundas y la desigualdad aumenta, la gente sufre mรกs de lo debido y nos encaminamos hacia un desastre climรกtico del que ninguna regiรณn estรก a salvo. Tal vez sea significativo, pues, que aprendamos a hacer que fructifique el don de la vida, ofreciรฉndonos para activar el beneficio del gozo vivido, que no es otro que nuestra existencia vertida en los pequeรฑos gestos de cada dรญa, de auxilio y ofrenda. Lo importante es no decaer en el compromiso, sino mรกs bien que se active en solidaridad permanente, uno de los nutrientes esenciales para afrontar los desafรญos actuales. 

Siempre en bรบsqueda, con aires nuevos y vientos maduros; sin superioridad entre anรกlogos y en guardia permanente. Esto serรก un buen modo de avanzar humanamente y de ponernos en marcha. Lo primordial radica en estar siempre en camino, en cabalgar por los sueรฑos y en no desfallecer jamรกs. Creo que este es el modo de rehacerse, de poner los labios internos ante el drama de la vida, de activar un porvenir que no puede paralizarse. Sabemos que los desafรญos son enormes y desastrosos, pero tenemos el deber de actuar cada cual desde su misiรณn, con espรญritu cooperante y desvelo colaborador. La hazaรฑa es grande, pero no imposible, se trata de encontrar soluciones comunes a los problemas habituales, bajo el tono de la buena voluntad y el timbre de la confianza. El dรญa que la humanidad deje de trabajar egoรญstamente, para sorpresa de todos, habremos conseguido una familia unida e indivisible, siempre dispuesta a que nada de lo humano le resulte extraรฑo. Serรก el gran avance interior, lo รบnico que puede transfigurarnos como una gran coaliciรณn de seres pensantes, para dar respuestas que nos concierten como humanidad enhebrada en la concordia. No olvidemos que las contiendas tienen su manantial en nuestra propia mente y, como tal, deben diluirse en la mano extendida como baluarte de quietud y acogida.


corcoba@telefonica.net

06 de noviembre de 2022.-

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