viernes, 18 de noviembre de 2022

𝗚𝗼𝘁𝗮𝘀 𝗱𝗲 𝗛𝗶𝘀𝘁𝗼𝗿𝗶𝗮

𝒜𝓇𝓉𝓊𝓇ℴ ℛíℴ𝓈 ℛ𝓊𝒾z

CDMX, viernes 18 de nov. 2022.- Tras que Hermenegildo Galeana de Bargas rompiera el Sitio de Cuautla, el 2 de mayo de 1812, Félix María Calleja ordenó que fueran perseguidos y los soldados se dieron un festín de sangre inocente; arremetieron contra niños, mujeres y ancianos de la población civil.
Temerosos salieron de Cuautla, para evitar las represalias realistas e intentaron refugiarse en el contingente insurgente. Todos fueron degollados con instinto animal; una salvajada que marcó el odio despertado por el fracaso en Cuautla; pues el rompimiento del sitio, se convirtió en victoria de Morelos y sus seguidores.
Morelos tomó con su guardia, rumbo al oriente, a Ocuituco, cerca de los volcanes; lo perseguían los realistas al mando de Anastasio Bustamante y en el galope, “El Niño” se cayó de las ancas de la mula que lo transportaba. El capitán realista Pedro Zarzoza, tomó el cañoncito y en su informe explica: *Quitamos un cañoncito y sus municiones a Morelos que llevaba en una mula".
La escolta del sacerdote guerrero protegió su huida, se enfrentó con valentía infinita al grueso contingente virreainal; sucumbieron todos bajo las balas enemigas, pero cumplieron; Morelos fue conducido a las profundas barrancas de la zona, que bien conocían los lugareños.
Morelos fue protegido por los habitantes de Ocuituco, dominantes de los vericuetos y profundas barrancas de la zona, lo escondieron y lo atendieron de sus males que le significaban un verdadero sacrificio montar.
Su cadera estaba muy lastimada. Siempre alertas; unos vigilaban, mientras otros atendían los males del Caudillo que resentía heridas propias de la lucha y la caída de su caballo. De mi libro “El Niño” de Morelos.
#𝗤𝘂é𝗱𝗮𝘁𝗲𝗘𝗻𝗖𝗮𝘀𝗮. 🏡 💙

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