𝗔𝘀𝘁𝘂𝗱𝗶𝗹𝗹𝗼 𝗲𝗹 𝗽𝗿𝗶𝗶𝘀𝘁𝗮 𝗹𝗲𝗮𝗹

Enrique Martini

Astudillo ha renunciado al Consejo Político Nacional del PRI.

Los que hemos sido priistas de toda la vida sabemos que ese nombramiento es realmente honorífico.

Salvo si eres Gobernador o Senador o Presidente de la República o Secretario de Gabinete, no hay forma de que influyas en decisiones tomadas por el grupo de poder.

Dicho de otra manera, ser Consejero Político sin tener un cargo antes mencionado, es nada.

Astudillo, cuando fue Gobernador, apoyó a Osorio Chong para que fuera el candidato. Millones de pesos en obras para el hermano de Osorio Chong y a su vez, estos le consiguieron obra a Javier Taja, prestanombres de Astudillo, en Hidalgo, zona de influencia de Osorio.

Hoy se vuelven a juntar y oír indicaciones de Miguel Osorio, Astudillo renunció a ser Consejero, pantomima patética y ridícula del exgobernador, que acompañada de un sentimiento o de rencor, nada raro en el, con Alito, por haberle prometido la diputación federal pluri a su hijo y por engañarlo nuevamente diciéndole que le haría delegado del Estado de México en la próxima campaña contra Morena y su candidata Delfina, cosa que no sucedió.

Molesto porque no le sale nada últimamente (AMLO no lo nombra embajador y solo le da impunidad por haber entregado el estado a Morena, no le dan la delegación al Estado de México y porque gente cercana suya está recientemente inhabilitada como Jaime Solis, el contador Castro, Heriberto Huicochea y Armando Soto), decidió hace mancuerna con Osorio y renunció ridículamente a ese cargo llevándose otra vez entre los cascos a Mario Moreno el cual no se sabe si tenerle lástima por ingenuo o por imbécil, o las dos juntas.

Lo cierto es que también el movimiento de Alito, que quiere agandallarse candidaturas y con ello poner en riesgo la alianza electoral opositora, 

 hecho que Añorve les gane la partida para lograr ser el candidato al Senado. 

Añorve le ayudó a Alito y al equipo de AMLO, con pasar la reforma de que el ejército se quedará en las calles hasta el 2028, y el compromiso es que Añorve sea el candidato al senado en Guerrero lo que será pues pasará en primera minoría.

Astudillo observó bien ese movimiento y reaccionó, como siempre con el hígado, e hizo todo el berrinche de que hablamos.

Pero eso no es todo, pues Astudillo le encanta utilizar las palabras lealtad y traición para esconder las suyas propias con muchas traiciones y pocas lealtades al tricolor.

En 2005, después de perder la gubernatura y que le fue negada la diputación federal plurinominal, Astudillo buscó a Mendoza Pastrana, para decirle que se iba al PRD, que lo acompañara en esa aventura política. Mendoza le dijo que si pero Astudillo no se atrevió a saltar.

La segunda traición fue cuando a Armando Rios Piter iba a ser gobernador y Astudillo sería su Secretario de Gobierno. La renuncia de Ríos dejó la de Astudillo en su escritorio.

La tercera fue cuando entregó a gubernatura a Morena para lograr su impunidad personal, no la de su equipo al cual ha dejado solo frente a las auditorias.

Con ese falso discurso de dignidad m, con el que ha engañado a muchos, hoy se quiere levantar de la lona política como defensor de la democracia del PRI cuando en Guerrero ha impuesto las decisiones de su esposa Mercedes, impuesto a su hijo e impuesto a Alejandro Bravo.

Así las cosas con el ex gobernador, que cree ilusamente que en Guerrero no tenemos memoria.

#QuédateEnCasa🏡💙