饾棖饾椉饾椇饾椊饾棶饾椏饾榿饾椂饾棽饾椈饾棻饾椉 饾棗饾椂谩饾椆饾椉饾棿饾椉饾榾 饾棖饾椉饾椈饾椇饾椂饾棿饾椉 饾棤饾椂饾榾饾椇饾椉
饾檲饾櫈饾櫑饾櫀饾櫍饾櫃饾櫎 饾檭饾櫀饾櫂饾櫈饾櫀 饾櫋饾櫀饾櫒 饾樇饾櫋饾櫓饾櫔饾櫑饾櫀饾櫒
(饾槍饾槶 饾槡饾槩饾槶饾樂饾槩饾槬饾槹饾槼 饾槸饾樁饾槮饾槾饾樀饾槼饾槹 饾槳饾槸饾槾饾樀饾槩饾樁饾槼贸 饾槮饾槸 饾槾铆 饾槷饾槳饾槾饾槷饾槹 饾槶饾槩 饾槺饾槩饾槾饾槩饾槼饾槮饾槶饾槩 饾槮饾槸饾樀饾槼饾槮 饾槶饾槩 饾槰饾槶饾槹饾槼饾槳饾槩 饾樅 饾槶饾槩 饾槷饾槹饾槼饾樀饾槩饾槶饾槳饾槬饾槩饾槬. 饾槍饾槾饾樀饾槩饾槪饾槶饾槮饾槫饾槳贸 饾槶饾槩 饾槼饾樁饾樀饾槩 饾樅 饾槶饾槮 饾槬饾槳饾槹 饾槮饾槾饾槺饾槶饾槮饾槸饾槬饾槹饾槼, 饾槩饾槾饾槮饾槸饾樀贸 饾槶饾槩 饾樂铆饾槩 饾槼饾槮饾槫饾槹饾槸饾槾饾樀饾槳饾樀饾樁饾樅饾槮饾槸饾樀饾槮 饾槬饾槮 饾槶饾槹 饾槩饾槼饾槷贸饾槸饾槳饾槫饾槹 饾樅 饾槾饾槮饾槸饾樀贸 饾槮饾槶 饾槫饾槹饾槸饾槾饾樀饾槳饾樀饾樁饾樅饾槮饾槸饾樀饾槮 饾槩饾槪饾槼饾槩饾樆饾槹 饾槬饾槮 饾槶饾槩 饾槫饾槹饾槸饾槫饾槹饾槼饾槬饾槳饾槩 饾槮 饾槱饾槳饾樆饾槹 饾槬饾槮 饾槷饾槮饾槬饾槳饾槩饾槬饾槹饾槼 饾槮饾槸饾樀饾槼饾槮 饾槮饾槶 饾槡饾槮饾槼 饾槡饾樁饾槺饾槼饾槮饾槷饾槹 饾樅 饾槮饾槶 饾槱饾槹饾槷饾槪饾槼饾槮, 饾槮饾槸饾槷饾槮饾槸饾槬饾槩饾槸饾槬饾槹 饾槶饾槩饾槾 饾槪饾槩饾槴饾樁饾槼饾槩饾槾 饾槷饾樁饾槸饾槬饾槩饾槸饾槩饾槾 饾槫饾槹饾槸 饾槶饾槩饾槾 饾槩饾槶饾樀饾樁饾槼饾槩饾槾 饾槬饾槳饾樂饾槳饾槸饾槩饾槾).
I.- 饾棬饾棥饾棓 饾棭饾棦饾棴 饾棗饾棙 饾棢饾棦 饾棓饾棢饾棫饾棦
El Se帽or se transfigura, va al Padre,
pero acude a nosotros su expresi贸n,
con la viveza de su bendita energ铆a;
tampoco nos descuida, nos protege,
mora en el cielo tras bajar a la tierra.
Lo suyo es presencia sin ausencia,
espacio con margen y sin ataduras,
verdad con la bondad de la virtud,
existencia con asistencia de sue帽os,
cercan铆a sin cercado de posesi贸n.
Hay que desposeerse para hallarse,
m谩s all谩 de las barreras mundanas,
que todo lo muelen de desconsuelo;
pues tan solo, las palabras de Jes煤s:
acarician el alma y abrazan la vida.
饾棞饾棞.- 饾棥饾棦饾棪 饾棓饾棫饾棩饾棓饾棙 饾棝饾棓饾棖饾棞饾棓 饾棙饾棢 饾棙饾棗脡饾棥
El Redentor nos trae amor cada d铆a,
y nos atrae hacia s铆 en cada aurora;
nos remueve y mueve mar adentro,
para lograr con la mirada habitarle,
y gozar de la paz que nos envuelve.
Entrar en la gloria divina nos exige,
voluntad para perseverar en Cristo,
sacrificio para reconducir caminos,
abandonarnos a su m铆stica gozosa,
permaneciendo fiel a su invitaci贸n.
Si confiamos a 脡l nuestros andares,
s铆 nos dejamos guiar por su sombra,
nos hallaremos en manos tranquilas,
ascenderemos a la cima de la Cruz,
y se ir谩n todas las cruces del mundo.
饾棞饾棞饾棞.- 饾棥饾棬饾棙饾棪饾棫饾棩饾棦 饾棪饾棞饾棫饾棞饾棦 饾棙饾棪饾棫脕 饾棙饾棥 饾棗饾棞饾棦饾棪
El ser humano ha sido introducido,
por el Crucificado en la luz divina;
脡l nos sostiene y nos sustenta 谩giles,
nos allana los pasajes de aqu铆 abajo,
y nos los rellena de esperanza viva.
Siempre atento a nuestra evocaci贸n,
reunido y unido a nosotros siempre,
nos conoce y nos reconoce los pasos,
y alcanza nuestros desvelos y afanes:
ofreciendo alegr铆a, evitando llantos.
Los deseos del Reino nos reviven,
est谩n en las acciones de la certeza,
en medio del drama de la biograf铆a;
son como destellos en la oscuridad,
que vienen a elevarnos y a llevarnos.
#Qu茅dateEnCasa馃彙馃挋
Comentarios
Publicar un comentario
Muchas gracias por leer La Cr贸nica, Vespertino de Chilpancingo, Realice su comentario.