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V铆ctor CORCOBA HERRERO/ Escritor Espa帽ol
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El esp铆ritu democr谩tico se ha de concentrar en el respeto a los derechos humanos y se debe centrar en las personas. En este sentido, una buena gobernanza est谩 pendiente de todos y necesita de la virtud, fortaleciendo las instituciones, supervisando y rindiendo cuentas en toda ocasi贸n. Ciertamente, el momento presente no ayuda, reconocemos las numerosas amenazas a las que nos enfrentamos en tiempos tan tensos y turbulentos; pero, aunque haya presiones diversas que constri帽an el espacio c铆vico, siempre nos queda el sue帽o de convencer y de vencer con el di谩logo, cimentado en la humildad. Sin duda, tenemos que evitar la furia de nuestros interiores, como ciudadanos de bien, para que no se levanten muros de resentimiento y odio.
En verdad, sabemos que la coyuntura no es f谩cil. Son muchas y variadas, las contempor谩neas divisiones dram谩ticas del mundo. Por eso, nos interesa el camino del acercamiento, la aclaraci贸n de situaciones, sobre todo para hacer las paces y cultivar la aspiraci贸n democr谩tica, fase de nuestra propia historia humana, encaminada a transitar arm贸nicamente y con iguales posibilidades. La violencia brutal, el empeoramiento de la pobreza, la ausencia de implicaci贸n de los Estados sociales y democr谩ticos de derecho, nos est谩n dejando sin esperanza, lo que nos exige reconquistar continuamente, tanto el fervor por la libertad como por la dignidad humana. Quiz谩s sea necesario recordar que el fundamento de la decencia es algo innato que nos trasciende hacia ese esp铆ritu humanista, que nos aproxima.
Hoy m谩s que nunca, necesitamos sustentarnos en la aspiraci贸n democr谩tica de construir puentes de entendimiento, un ideal universalmente reconocido y uno de los valores y principios fundamentales de las Naciones Unidas. Los humanos tenemos que aprender a sentirnos familia, a luchar contra ese legado de esclavitudes que todav铆a persisten a trav茅s de la desigualdad y los sistemas penitenciarios opresivos. Por cierto, en la independencia de la prensa es donde radica la base sobre la que se apoyan la democracia y la justicia. Crear opini贸n e interpretar al poder con la evidencia, concurre a conciliar los 谩nimos y a fomentar el an谩lisis entre los pueblos, cuyas energ铆as f铆sicas, morales y espirituales suelen ser disipadas en demasiadas ocasiones por la crueldad y la destrucci贸n.
La desinformaci贸n o la informaci贸n tergiversada nos envenena, polariza a las comunidades y erosiona la cordialidad en los organismos democr谩ticos. Olvidamos, para desgracia de todos, que el derecho a la vida es fundamento de la autonom铆a y del v铆nculo fraterno. Reconstruir, en consecuencia, una cultura de la vida resulta especialmente urgente. Por otra parte, todas las gentes tienen el derecho a vivir y a hacerlo con plena nobleza. De lo contrario, la tranquilidad no existir谩 ni tampoco la proclama de ilusionar a la pr贸xima generaci贸n. Instalarse en la indiferencia es inmoral. Debe sobrecogernos, el creciente n煤mero de muertes de migrantes y refugiados, en una 茅poca en que los estragos de todo tipo, obligan a dejar sus hogares.
Indudablemente, tenemos una misi贸n encomendada para llevarla a buen t茅rmino, que no es otra que la reconciliaci贸n entre s铆, lo que conlleva la paz en la tierra, de la que estamos tan necesitados actualmente. Las pol铆ticas de divisi贸n, sustentadas en la falsedad y en el veneno del odio, as铆 como las de distracci贸n y entretenimiento que generan confusi贸n a m谩s no poder y riadas de desconciertos sin cesar, aparte de que impidan tomar medidas en conjunto ante el choque permanente entre pa铆ses, dificulta entenderse para hablar de quietud en un orbe sumamente enfrentado. Tan solo una nueva consciencia de la rectitud del ser humano y de sus derechos inalienables, nos reconducir谩 hacia ese bien com煤n universal y hacia un nuevo orden moral internacional.
Las pol铆ticas de ahora han de volverse m谩s po茅ticas, o si quieren, con menos intereses mundanos. Todo est谩 en relaci贸n, lo que requiere un fuerte grado de honestidad en los movimientos, en la imparcialidad de los sistemas jur铆dicos y en la transparencia de los procedimientos democr谩ticos. Bajo estas premisas, tambi茅n se requiere un buen talante y una n铆tida disposici贸n para resolver las controversias con medios pac铆ficos. Desde luego, hay que tener voluntad para llegar a los acuerdos y ser constructivos en el quehacer de cada aurora. Bajo este paraguas, si que podremos educar para la concordia, mediante el obrar de una espiritualidad que fomente la rec铆proca comprensi贸n. ¡Ojal谩 encontremos el camino y nos reencontremos arm贸nicamente latiendo unidos!
corcoba@telefonica.net
13 de septiembre de 2023.-
#Qu茅dateEnCasa馃彙馃挋
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