lunes, 13 de noviembre de 2023

Carteles de drogas

 



 Nadie los detiene

Fernando Hinterholzer Dieste

La gran pregunta de los 64 mil pesos, (parodiando al concurso televiso de los años 70´s) es qué hacer para exterminar con los grupos criminales en México. Es la cuestión que gobierno tras gobierno se ha hecho y no han podido resolverla. El combate al crimen organizado ha fracasado, y con ello las bandas del crimen organizado se han multiplicado y convertido en una empresa criminal muy poderosa. Los carteles mexicanos siempre han sabido adaptarse. En la década de los ochenta traficaban marihuana con Caro Quintero y Félix Gallardo a la cabeza y después comenzaron a importar cocaína de Sudamérica a Estados Unidos. Pero durante los últimos años han expandido sus negocios, cuyos vínculos van más allá de las drogas y alcanzan la extorsión, el tráfico de personas, la venta de armas, gasolina y otros productos de la economía formal. Esto nos demuestra cómo ha evolucionado el narcotráfico. El cambio hacia drogas sintéticas como la metanfetamina y el fentanilo se volvieron un negocio sumamente lucrativo. Las acusaciones del gobierno de los Estados Unidos señalando a nuestro país, como el gran productor de drogas sintéticas en el mundo, ponen al descubierto sobre la forma en que el comercio ilegal ha cambiado y el problema ha crecido de los dos lados de la frontera. De acuerdo a fuentes oficiales norteamericanas se insiste que la relación entre los dos países es probablemente la más importante para la Casa Blanca. Y los temas son los de siempre: tráfico de armas, migración, fentanilo, y en todos está involucrado el crimen organizado.

La guerra contra las drogas la inicio el presidente Felipe Calderón en el 2006, lo que genero una división y expansión de los carteles criminales. Ya para el año 2010 había en México 76 organizaciones criminales en nuestro país. Fue justo hace años, cuando comenzaron a denunciar que en México había una crisis por el fentanilo, principalmente por los efectos que causaba en Estados Unidos, entonces fue que comenzó, la estrategia desde el gobierno de López Obrador enfocada a negar la responsabilidad respecto del tema. Desde la mañanera presidencial vimos cómo, primero, de la negación del gobierno, asegurando que en México no se producía la droga sintética, negando también el trasiego. Las evidencias mostraron que todos los dichos del presidente eran falsos. En el país, los carteles del crimen organizado (Sinaloa y CJNG) sí producen fentanilo; el Ejército y la Marina ahora han destruido cantidades importantes de los precursores (que, por cierto, sí llegan de China), y han localizado laboratorios clandestinos que fabrican la sustancia en los estados de Durango, Sinaloa y Michoacán. Con esos descubrimientos resulta evidente que también lo transporten al norte, hacia el EEUU en coordinación, seguramente, con mafias en ambos lados de la frontera.

El reciente descubrimiento de un cargamento de 1.1 toneladas de metanfetamina que fue descubierto en Hong Kong salió de México por barco desde Manzanillo o Lázaro Cárdenas, como aseguran las autoridades de procuración de justicia de esa región china, mucha corrupción sigue ocurriendo en las aduanas portuarias mexicanas. Pero lo más grave de todo este asunto, es que la droga iba empacada en costales de Segalmex, con el escudo nacional y la leyenda “Gobierno de México”, con un valor aproximado en mercado de 81 millones de dólares destinados al consumo en los países de Oriente. La pregunta es quién o quienes puede exportar la droga y usar contenedores a nombre del gobierno mexicano para exportar maíz y frijol. Por lo pronto, los burócratas que dirigen Segalmex, se deslindan e informan que iniciarán denuncias. Hubo en Hong Kong cuatro detenidos que pagaron su fianza, pero se investiga el asunto.

Y me queda la duda, cómo acabarían tras Otis los sembradíos en Guerrero de las amapolas para el tráfico de los opioides a EU. ¿De qué vivirán los narcos, entre tanto? 3 mil 500 efectivos militares y de la guardia, para resguardar a más de un millón de habitantes, es a todas luces insuficiente. AMLO no pondrá un pie en las zonas afectadas en Guerrero.

El fin del gobierno de López Obrador, aparece sumamente complicado por distintas razones. Una de ellas, es la polarización social provocada desde la Presidencia se ha ido profundizando y nadie detendrá al tabasqueño cuyo objetivo es ganar la presidencia a cualquier costo. Otra es la situación macroeconómica del país, la cual es muy frágil y las finanzas públicas estarán cada vez más comprometidas.  Con las amenazas latentes como la quiebra de Pemex, el costo del servicio de la deuda y pensiones crecientes sin planes de financiamiento hacia futuro, los servicios públicos en materia de salud, educación, transporte, muy precarios. Tercero, la presencia casi generalizada del crimen organizado, que tiene actividad en el 45 por ciento del territorio nacional y llevan a cabo todo tipo de actividades delictivas, puede incrementar la violencia todavía más en cualquier momento. Cuarto, la incertidumbre sobre de qué lado estará la lealtad del Ejercito y Marina, si al presidente de la República o a la Constitución. ES CUANTO

ADENDDUM: el abandono presupuestal para Guerrero después del paso de Otis por la entidad, así como el ocultamiento de las cifras de muertos (se tienen reportadas por las funerarias del puerto más de 350) cuando el gobierno reporta una cifra ridícula, tendrá un costo electoral para AMLO y su partido el 2 de julio del 2024.Los acapulqueños están muy enojados por las migajas que les piensan dar.

#QuédateEnCasa🏡💙

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Muchas gracias por leer La Crónica, Vespertino de Chilpancingo, Realice su comentario.