𝙅𝙖𝙫𝙞𝙚𝙧 𝙁𝙧𝙖𝙣𝙘𝙞𝙨𝙘𝙤 𝙍𝙚𝙮𝙚𝙨.CHILPANCINGO, GRO., a 7 de febrero del 2024.– No hay autoridades de los tres niveles de gobierno de la Cuarta Transformación del Partido Movimiento de Regeneración Nacional en Chilpancingo, no hay transporte público, no hay clases, poca actividad comercial, no hay justicia, no hay garantías ni seguridad para nadie, procede ¿desaparición de poderes?
En el tercer día consecutivo, es lo que se está viviendo en Chilpancingo, capital del estado de Guerrero, en la que no hay tampoco una posición firme de los gobiernos municipal, estatal y federal, de la Cuarta Transformación-Morena, Norma Otilia Hernández Martínez, Evelyn Cecia Salgado Pineda y Andrés Manuel López Obrador.
Desde las tres esferas de gobierno se niega lo que viven los habitantes de la capital del estado de Guerrero, quien está pagando las consecuencias de la inutilidad de los mandatarios municipal, estatal y federal, sin duda es el pueblo, porque carece de acceso al transporte público para realizar sus actividades cotidianas.
Hasta la mañana de hoy, no hay una postura firme de los tres gobiernos emanados del Partido Movimiento de Regeneración Nacional, pareciera que son cómplices del crimen organizado, que ha implantado su ley del terror y sicosis, para inhibir todo tipo de actividad.
Es la capital del estado de Guerrero, en donde cohabitan los tres poderes: Ejecutivo, Judicial y Legislativo, la interrogante obligada ¿hasta cuando van a intervenir para garantizar la paz?, queda en el aire, y no hay transporte, no hay clases, poca actividad comercial, no hay justicia, no hay garantías, ni seguridad para nadie.
No hay poder gubernamental que pare a los delincuentes que están golpeando y matando al pueblo indefenso, dejando a los ciudadanos interpretar a su albedrio de la conducta de la alcaldesa capitalina, Norma Otilia Hernández Martínez; de la gobernadora, Evelyn Cecia Salgado Pineda y del presidente Andrés Manuel López Obrador, todos del Partido Movimiento de Regeneración Nacional.
Los tres gobernantes están ausentes en la solución de la inseguridad que viven los habitantes de Chilpancingo desde el pasado lunes, no hay transporte, la violencia va en aumento, no ha cesado, por ello hay parálisis en todas las actividades.
Tampoco hay justicia para los ciudadanos asesinados por los delincuentes, sus familiares los están enterrando sin ningún apoyo gubernamental, mucho menos respaldo, para los concesionarios que les han quemado sus unidades del transporte público de Chilpancingo.
Chilpancingo, capital de Guerrero, amaneció, por tercer día consecutivo, sin servicio de transporte público ni clases en las escuelas públicas, privadas, el comercio semicerrado, y no hay autoridad que salga a dar la cara para ofrecer algunas palabras de aliento.
Todo es un silencio sepulcral de las autoridades en torno al caos que se vive en Chilpancingo, en donde se supone que está garantizada la seguridad y la paz, porque están todos los cuerpos policiacos municipal, estatal y federal, pero también no actúan, porque la orden general es “abrazos, no balazos”.
A las ocho de la mañana de hoy miércoles se verifico que las actividades escolares de los diferentes planteles educativos en esta ciudad capital, continúan suspendidas ante la paralización del transporte público por tercer día consecutivo, derivado de los ataques armados registrados el día lunes 05 de febrero del año en curso.
Las rutas foráneas Valle del Ocotito, Tierra Colorada realizan el servicio de transporte a la ciudadanía , Chichihualco, Zumpango, Tixtla, Chilapa de Alvarez, Mochitlán, Petaquillas.
Algunos están haciendo base en el retorno de la colonia La Cinca, frente al cuartel de Guardia Nacional, en el sur de Chilpancingo, en tanto en el poniente, oriente y norte, está “muerto” el transporte, no hay movimiento, por ende los ciudadanos se están trasladando a sus destinos por sus propios medios.
Ante este escenario caotico en Chilpancingo, la interrogante que queda en el aire ¿procede la desaparición de poderes?
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