𝗗𝗲 𝗽𝗹𝗮𝘁𝗶𝗹𝗹𝗼𝘀 𝗮𝘂𝘁é𝗻𝘁𝗶𝗰𝗼𝘀 𝗲 𝗶𝗻𝗴𝗿𝗲𝗱𝗶𝗲𝗻𝘁𝗲𝘀 𝗼𝗯𝗹𝗶𝗴𝗮𝗱𝗼𝘀

Elino Villanueva González

En el comedero del Parque de Educación Ambiental Granja Amojileca Venadario, el sitio guerrerense con el mayor sentido de pertenencia, operado bajo un espíritu absolutamente altruista y sin fines de lucro, no hay esos ambientes finos y sofisticados y exclusivos de los lugares caros y lujosos, de moda y abolengo, sino los platillos auténticos de la comida mexicana del sur, incluso el mejor pozole del rumbo, con su respectiva dosis de mezcal artesanal, pancita, mole verde o chile guacho, de todo, con los ingredientes obligados de la cocina típica, el amor, entre los más importantes y obligados. En la imagen un modestísimo chorizo con frijoles, acompañado de queso, guacamole y salsa de jitomate, con tortillitas hechas a mano, saliendo del comal, bajado todo con un buen vaso de agua de guanábana. ¿Qué más se le pude pedir a Dios y a la Vida? El servicio al público es los sábados y domingos, a partir de las diez de la mañana, con alimentos los domingos, y entre semana puede ser a la hora y el día que sea, pero en tal caso se requiere reservar. Están todos invitados a seguir respaldando con su visita un espacio emblemático en Chilpancingo y en Guerrero, que se acerca ya a los veinticinco años de funcionamiento exitoso como el único parque en su tipo en el sur glorioso del país. ¡Otra forma de ver el mundo!

#𝘝𝘰𝘵𝘢𝘱𝘰𝘳𝘲𝘶𝘪𝘦𝘯𝘲𝘶𝘪𝘦𝘳𝘢𝘴🗳️