๐๐น๐ด๐ผ ๐ รก๐ ๐ค๐๐ฒ ๐ฃ๐ฎ๐น๐ฎ๐ฏ๐ฟ๐ฎ๐
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Vรญctor CORCOBA HERRERO/ Escritor Espaรฑol
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Nuestra รฉpoca, mรกs que ninguna otra, tiene necesidad de apiรฑarse corazรณn a corazรณn, para sentirse familia y reconocer el calor de hogar, tan preciso e imprescindible para este trรกnsito viviente. Se hace indispensable, recuperar por parte de todos la conciencia de la primacรญa de los valores morales, si en verdad queremos retornar a comprender que nada somos por sรญ solos. No podemos caminar desprendidos de vรญnculos, somos una comuniรณn de personas que nos requerimos entre sรญ, mediante un conjunto de relaciones conyugales, de filiaciรณn o de fraternidad. En suma, que todo se vivifica por el amor, fundamento y alma de las conexiones. El referente estรก ahรญ, es lo que ahora estamos celebrando, en todo el planeta con espรญritu gozoso.
Abramos los ojos y vayamos a la hondura de la conmemoraciรณn. Desde la humildad de un pesebre, donde en la Noche mรญstica nos nace el niรฑo que todos llevamos dentro, porque es nuestro propio Salvador, envuelto por una gran reserva de vรญnculos progenitores, que son los que nos han dado existencia y consistencia, nos enraizamos al tronco de la vida, que nos ofrece una oportunidad providencial de regresar al verso y a la floreciente palabra palpitante. Tenemos que cultivar el proyecto contemplativo y glorificarnos unos en otros, para poder regresar a quien nos entregรณ la savia, con la inspiraciรณn del buen hacer y mejor obrar. Recogimiento y plegaria, comprensiรณn y respeto mutuo, autenticidad y espรญritu de sacrificio, trabajo y solidaridad son los rasgos de la familia de Nazaret.
Sigamos, por tanto, esta ruta trazada por los venerables antecesores en nuestros hogares, convencido de que las familias estรกn llamadas a ser signo de uniรณn y de unidad para el mundo, para poder testimoniar ese orbe armรณnico del que estamos tan necesitados y queremos abrazar. Sabemos que el espรญritu mundano, empleando cada vez mayores incentivos para distanciarnos, trata de convencernos endiosรกndonos en un hacer absurdo de vicios y vacรญos, que nos deshace el alma. Ojalรก aprendamos a mirarnos y a vernos, con segura confianza e indudable alcance, el testimonio de la Sagrada Familia que Jesรบs santificรณ con inefables virtudes. Bajo esta luz de bondades, habita el secreto de la verdadera concordia y de la permanente mansedumbre, que hoy requerimos como jamรกs.
Mi pensamiento se dirige sobre todo a la juventud, sostรฉn de la sociedad y esperanza viva, a que formen un hogar y se revelen contra los egoรญsmos, que nos desequilibran por completo. Precisamente, esta interdependencia, cada vez mรกs estrecha y vinculante, fruto de la globalizaciรณn, debe hacernos repensar colectivamente hasta fraternizarnos, para poder implicarnos en los derechos y obligaciones que miran a todo el gรฉnero humano para su cumplimiento. De lo contrario, la barca se hundirรก por falta de respeto y abundancia de armas a bordo. En consecuencia, si en verdad vivimos estas fechas de amor en sano proceder, nos daremos cuenta de que la familia de Nazaret es la mejor referencia, por su singular aptitud vinculada a la misiรณn del Hijo de Dios.
En efecto, todos tenemos una misiรณn por aquรญ abajo, que no es otra que hacer familia. Por todo este cรบmulo de acciones, hoy damos gracias a Dios, pero tambiรฉn a la Virgen Marรญa y a San Josรฉ, que con tanto fervor y disponibilidad cooperaron al plan de salvaciรณn del Seรฑor. Esta es la verdadera reorientaciรณn que hemos de tomar para conciliar lo que parece irreconciliable. Ojalรก que el Redentor, nacido en Belรฉn, nos inspire hacia ese cambio, con la serenidad y la fuerza necesaria para avanzar unidos por el horizonte apropiado. Sea como fuere, no podemos dejar que el amor, la apertura existencial se trunque y los lazos se desvirtรบen. El primer empeรฑo comienza por uno mismo. Es la hora, pues, de dejarnos asombrar por quien camina a nuestro lado, a pesar de nuestras continuas torpezas.
corcoba@telefonica.net
25 de diciembre de 2024.
#๐๐น๐ช๐จ๐ช๐ณ๐ญ๐ฆ๐๐ญ๐ข๐ถ๐ฅ๐ช๐ข๐ค๐ถ๐ฎ๐ฑ๐ญ๐ข.
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