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Vรญctor CORCOBA HERRERO/ Escritor Espaรฑol
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Somos un inรฉdito soplo de vida, la pulsaciรณn de un verso en camino, deseoso de reencontrarse con el edรฉn. Ante esta realidad, no podemos continuar envenenรกndonos, hemos de forjar otros fueros mรกs nรญveos, al menos para acrecentar la pureza del ser, manteniendo nรญtida la propia aura que respiramos, con sus consabidas percusiones anรญmicas. La metรกfora del viento impetuoso, que nos sorprende en cualquier esquina, tiene que hacernos reflexionar sobre la necesidad de respirar corrientes no contaminantes, lo que genera activar el espรญritu del alma y remover, cada cual consigo mismo, sus propias entretelas, para no caer en enfermedades prevenibles. Justamente, nos merecemos un cielo azul y un mar con oleaje de estrofas, que es lo que verdaderamente nos reanima las miradas. Sea como fuere, para entrar en este gozo de reanimaciรณn, sรณlo hay que poner en cumplimiento el “haz el bien y no mires a quiรฉn”.
Realmente, lo confieso, me niego a verlo todo cargado de espรญritu contaminante, pues viciados los andares en comuniรณn y en comunidad, nada es lo que ha de ser. En vez de progresar en la nรญtida cรกtedra viviente, que es lo que injerta sabidurรญa, nos hundimos en el vacรญo y en los vicios, con la necedad del tormento y el absurdo de la confusiรณn. Despertar para volverse contemplativo es lo suyo. Sรณlo asรญ, podremos aprender a reprendernos, haciendo valer y valorando la claridad de lo autรฉntico. A propรณsito, un estudio reciente avalado por la Organizaciรณn de la Salud, precisa que un gran nรบmero de casos de cรกncer de pulmรณn, fueron del subtipo adenocarcinoma, atribuibles a la contaminaciรณn ambiental, por material en partรญculas. Ojalรก, hagamos posible que las jรณvenes generaciones respiren otro brรญo mรกs etรฉreo, mรกs saludable y menos infectado. Al fin y al cabo; quien mira lo vivido, el futuro percibe. 
Es menester aclararse, ya que estamos aquรญ, para custodiarnos entre sรญ. Hoy mรกs que nunca, precisamos esclarecer andares y horizontes; pues, si sabemos que la explotaciรณn ilรญcita de recursos alienta conflictos, aparte de alimentar deshumanizaciรณn e impureza, lo que requiere un viento humanitario que nos eleve mar adentro, pongรกmonos en acciรณn cooperante hacia ese proceso vital de realizaciones trascendentes, sobre todo en las sociedades del bienestar, que han dejado de latir corazรณn a corazรณn. Indudablemente, tenemos que redoblar esfuerzos colectivos, sobre todo para adaptar los sistemas alimentarios a los efectos del cambio climรกtico, cuyo impacto negativo pone fuera de sรญ la inseguridad alimentaria. Para empezar, ha de volver el calor de hogar a nuestras vidas, al menos para retomar el entusiasmo de la lumbre del amor, siempre en disposiciรณn de fraguarse para amar.
Por ello, mientras perseveramos conjuntamente por garantizar el acceso a la energรญa para todos, hemos de tener en cuenta el impacto resultante de lo que nos rodea. Desde luego, la transiciรณn a una energรญa accesible y limpia es un deber combinado, en el que todos los paรญses han de tomar parte activa, por mera responsabilidad. No olvidemos que el aรฑo pasado fue el mรกs caluroso jamรกs registrado, lo que nos demanda a todos a frenar el calentamiento global. La sensibilidad humana no puede quedar en entredicho y ha de sentir el comรบn compromiso por la creaciรณn, tanto en la promociรณn de la defensa de la tierra, del agua y del aire, como en el amparo hacia toda existencia de la destrucciรณn de sรญ mismo. Jamรกs rompamos vรญnculos, la misma brisa que respiramos y la misma agua que nos sacia, nos llama a elevar la visiรณn hacia otros espacios mรกs cristalinos. 
En consecuencia, nos merecemos gobiernos garantes, con capacidad de gestiรณn efectiva; haciendo las cosas bien, lo que requiere de liderazgos honestos, que fomenten las cosas correctas. Sin embargo, hoy el mundo padece multitud de desorientaciones, con acentuados conflictos que nos envuelven de torpezas y nos dejan sin apenas ventilaciรณn para la versificaciรณn existencial, ademรกs de dejarnos sin nada que llevarnos a la boca. Subsiguientemente, hemos de salir de este cรญrculo depravado cuanto antes; lo nefasto es inyectar el veneno del miedo al cambio, cuando en realidad caminamos por aquรญ abajo para activar una correcta relaciรณn entre nosotros y con el medio ambiente; sin obviar los pulsos, pero tampoco las pausas, que es lo que injerta en nosotros un pentagrama viviente melรณdico. En suma, que lo sustancial radica en no desfallecer y en mantenerse vivo en el servicio, sin servirse de nadie ni de nada. 
corcoba@telefonica.net
05 de febrero de 2025.-
#๐˜Œ๐˜น๐˜ช๐˜จ๐˜ช๐˜ณ๐˜ญ๐˜ฆ๐˜Š๐˜ญ๐˜ข๐˜ถ๐˜ฅ๐˜ช๐˜ข๐˜ค๐˜ถ๐˜ฎ๐˜ฑ๐˜ญ๐˜ข.

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