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Vรญctor CORCOBA HERRERO/ Escritor Espaรฑol
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Recuperar el sentido natural de los vรญnculos y propiciar el entendimiento entre corazones diversos, nos afianza el sentido de familia humanitaria. Por ello, es fundamental, que los pueblos se hallen vivos en el compartir. Mรกxime en una รฉpoca en la que el hambre extrema crece y los diversos conflictos aumentan. Atmรณsfera que nos deshumaniza por completo y nos vuelve inhumanos. Debe cesar, por consiguiente, el aluviรณn persistente de pugnas. La paz tiene que ser posible en los hogares, en el trabajo, en la sociedad. Personalmente, me niego a que sea un horizonte imposible. Comencemos, entonces, por poner orden en nuestro quehacer diario, en nuestra cotidianidad, aminorando las tensiones, con el mero hecho de aprender a reprendernos. 
Tiene que ser nuestra primera obligaciรณn, enmendarnos, tomar una pausa de descanso entre una discordia y otra. Sinceramente, no podemos caer tan bajo. Necesitamos activar la coherencia, despertar la conciencia y practicar la visiรณn del alma, desterrando el orgullo egoรญsta de nuestros andares y las reivindicaciones poderosas, midiendo nuestras voces, porque igualmente se puede herir y matar con las palabras, no sรณlo con las armas. Practiquemos, pues, lo de hacer el corazรณn sin coraza. Bajo esta รณptica, considero fundamental el ejemplarizante aporte que las religiones, pueden ofrecer para favorecer contextos de alianza. Hacer comuniรณn y comunidad, de igual forma, nos demanda a ser respetuosos entre sรญ para construir relaciones de concordia; sin obviar, que donde una puerta se cierra, otra se abre. 
No podemos vivir aterrorizados, quizรกs tengamos que aprender a amarnos para poder caminar por este mundo de contrariedades y absurdos; esto nos demanda a interiorizar nuestros propios pulsos, con sus poรฉticas pausas de luz, animados por el deseo del reencuentro mรกs que del encontronazo. Activemos, en consecuencia, el discernimiento justo. Por desgracia, la marea de injusticias es otro enloquecimiento mรกs, que debe concluir para remediar las desigualdades entre continentes diversos. El espรญritu del juego limpio es esencial para cohabitar y poder movernos, comenzando por aprender a valorarnos, queriรฉndonos los unos a los otros. Salvar las diferencias y promover la igualdad entre anรกlogos, lo considero vital para impulsar ese cambio social de uniรณn y unidad preciso.
Desde luego, otro mundo es posible cuando dos se hermanan. El hermanamiento es el camino y la comprensiรณn es el abecedario, para volver al lenguaje de lo autรฉntico. Sin duda, es una verdadera necesidad el retorno a la bondad y a la verdad, al menos para poder afrontar con mayor coraje los desafรญos de nuestro diario de vida. Es pรบblico y notorio, que tampoco se pueden construir relaciones armรณnicas sustentadas en la mentira, con golpes de pecho falsos, asumiendo connotaciones imprecisas e inciertas, que lo รบnico que hacen es distorsionar la realidad y acrecentar la irracionalidad. Son muchos los retos que requieren el compromiso y la colaboraciรณn conjunta, porque nadie puede pensar en afrontarlos por sรญ mismo, pero sรญ que podemos empezar por estar en paz con nosotros mismos.  
Indudablemente, a poco que nos adentremos en nuestro distintivo hรกbitat interno, descubriremos que la mayor parte de las locuras actuales son necedades humanas, como la soberbia. Este mal envenena el sentimiento de fraternidad, tan necesario como imprescindible, en un orbe globalizado de gentes pensantes. En todo caso, poco se puede hacer con una ciudadanรญa sumida en el poseer y en el tener, endiosada a mรกs no poder, sรณlo hay que tener paciencia y no pagar con la misma moneda, porque un dรญa su pedestal se derrumbarรก. Mientras tanto, si acaso, abramos corredores humanitarios y practiquemos la acogida para recoger a los indefensos. Lo significativo estรก en no desfallecer, para que esta brutalidad sanguinaria acabe y que sea, la condescendencia, la que nos traiga los acuerdos.

corcoba@telefonica.net
18 de mayo de 2025.-
#๐˜Œ๐˜น๐˜ช๐˜จ๐˜ช๐˜ณ๐˜ญ๐˜ฆ๐˜Š๐˜ญ๐˜ข๐˜ถ๐˜ฅ๐˜ช๐˜ข๐˜ค๐˜ถ๐˜ฎ๐˜ฑ๐˜ญ๐˜ข.

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