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El autรฉntico poder es el.servicio,
y, el buen hacer, estรก en el amar


 

 

“De poco sirve tenerlo todo, si luego no sabemos compartir nada. Igual sucede con encumbrarnos, hasta subir a la luna, si despuรฉs no vivimos como hermanos en la tierra. Fraternizarse en la diversidad es nuestra gran asignatura pendiente, lo que nos demanda a ejercitar el amor, aunque nos cueste la propia vida”.

 

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Vรญctor CORCOBA HERRERO/ Escritor Espaรฑol           

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Necesitamos un cambio radical, una transformaciรณn de principios y valores, que encaucen nuestro acontecer diario hacia la entrega generosa, que es lo que nos vivifica el entusiasmo del abrazo sincero, mรกs allรก de la autosuficiencia, de nuestra propia ceguera mundana. Hemos de despertar, pues; ya que lo que prevalece no es el รฉxito ni el dinero, sino el espรญritu donante, la humildad y el amor.  El referente estรก en Marรญa que, por estas fechas suele invocรกrsele aรบn mรกs, acudiendo a venerarla a algรบn santuario mariano, de la multitud de ellos que poseemos por toda la tierra. Nuestra Madre celestial, reavive en nosotros con su estilo de cercanรญa, compasiรณn y ternura, la esperanza tantas veces disipada, haciรฉndonos vislumbrar un nuevo orden de las cosas.
Ningรบn pueblo del mundo, debe tener como destino la miseria y la desesperaciรณn de sus gentes; sus gobiernos y las masas de poder, han de ponerse a reflexionar sobre estas dolorosas historias humanas, que estรกn ahรญ, en cualquier esquina, prรณximas a nosotros. El deterioro de los servicios esenciales bรกsicos y la desnutriciรณn significativa que sufren actualmente multitud de gentes, es tan brutal, que ha de hacernos repensar sobre la situaciรณn que vivimos, tan injusta en ocasiones y cargada de violencia. La humildad y el guardar silencio, puede que sea el punto de partida para oรญrnos interiormente y poder interrogarnos. Resulta sublime ver que la criatura mรกs humilde y elevada de la historia, Marรญa; la primera en conquistar los cielos con todo su ser, extienda su protecciรณn maternal.
Ese cultivo sumiso y manso, es lo que acrecienta la cultura del cuidado como camino de paz. Causa asombro que, junto a numerosos testimonios de amor y solidaridad, estรฉn cobrando un nuevo impulso diversas formas de concebir patria, con abecedarios egoรญstas, que propician intransigencia, xenofobia e incluso guerras y conflictos, sembrando muertes y destrucciรณn. En consecuencia, serรญa bueno que fijรกsemos nuestra mirada en la Virgen Marรญa; la รบnica que puede ayudarnos a no ceder a la incitaciรณn de desinteresarnos de los demรกs, especialmente de los mรกs dรฉbiles, comprometiรฉndonos en la formaciรณn de un orbe sistรฉmico, porque nadie se auxilia solo y ningรบn Estado nacional aislado, puede asegurar el bien comรบn a su gente.
Tenemos que empequeรฑecernos como Marรญa, puerta del cielo y abogada nuestra, que sabe nutrirnos de amor como nadie, para no dejarnos vencer por las dificultades y absorber por los miedos. De aquรญ surge el Magnรญficat, de donde emana la mayor de las alegrรญas, no de la ausencia de los problemas, que antes o despuรฉs llegan, sino que el gozo germina de esta mรญstica presencia, sustentada en el acogerse y recogerse, que nos ayuda y nos trasciende. De poco sirve tenerlo todo, si luego no sabemos compartir nada. Igual sucede con encumbrarnos, hasta subir a la luna, si despuรฉs no vivimos como hermanos en la tierra. Fraternizarse en la diversidad es nuestra gran asignatura pendiente, lo que nos demanda a ejercitar el amor, aunque nos cueste la propia vida.
Con razรณn se dice y se comenta, que el buen proceder radica en el amar, porque el verdadero amor no se reconoce por lo que pide, ni tampoco se conoce por lo que exige, sino por lo que ofrece. Desde luego, no hay mejor ofrenda a Marรญa, que engrandecer al Seรฑor. Dejรฉmonos llevar por su mano, unรกmonos tambiรฉn nosotros, con el corazรณn, a este cรกntico devoto de paciencia y victoria, que une a la Iglesia triunfante con la peregrinante. Tomemos el rosario como bastรณn de nuestra existencia, que nuestra meta no estรก aquรญ abajo, sino arriba. Aprendamos a querernos mutuamente, a vivir la vida como servicio a la sociedad, con coherencia entre el decir y el obrar. Que ella sea, la estrella que guรญe nuestros pasos, al encuentro con su Hijo y al reencuentro de, nuestro propio verbo, con el verso.
corcoba@telefonica.net

13 de  Agosto de 2025.-
#ExigirleClaudiacumpla.

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