๐—–๐—ผ๐—บ๐—ฝ๐—ฎ๐—ฟ๐˜๐—ถ๐—ฒ๐—ป๐—ฑ๐—ผ ๐—ฑ๐—ถรก๐—น๐—ผ๐—ด๐—ผ๐˜€ ๐—ฐ๐—ผ๐—ป๐—บ๐—ถ๐—ด๐—ผ ๐—บ๐—ถ๐˜€๐—บ๐—ผ



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๐™‚๐™๐˜ผ๐™๐˜ฟ๐˜ผ๐™Š๐™Ž ๐˜ฟ๐™€ ๐™๐™Š๐˜ฟ๐˜ผ ๐˜พ๐™‡๐˜ผ๐™Ž๐™€ ๐˜ฟ๐™€ ๐˜พ๐™Š๐˜ฟ๐™„๐˜พ๐™„๐˜ผ, ๐™€๐™‡ ๐™Š๐™๐™„๐™‚๐™€๐™‰ ๐˜ฟ๐™€ ๐™๐™Š๐˜ฟ๐™Š๐™Ž ๐™‡๐™Š๐™Ž ๐™ˆ๐˜ผ๐™‡๐™€๐™Ž: No te afanes ni te desveles por aumentar tus bienes, que la vida no depende de lo que se posee, sino de lo que se parte y reparte entre anรกlogos. La confianza estรก en el Seรฑor, no en la necedad humana de la riqueza, que todo lo comercializa para sรญ mismo, en lugar de reconocer nuestras miserias, confesando precisamente la debilidad y la pobreza ante Dios.



๐—œ.- ๐—ฅ๐—œ๐—–๐—ข๐—ฆ ๐—˜๐—ก ๐—–๐—ข๐—ก๐—ฉ๐—œ๐—–๐—–๐—œร“๐—ก

๐—–๐—จ๐—ฅ๐—”๐—ฅ ๐—˜๐—Ÿ ๐—›๐—จ๐— ๐—”๐—ก๐—ข ๐—ฆ๐—˜๐—ฅ ๐—ค๐—จ๐—˜ ๐—ฆ๐—ข๐—ฌ

Miremos a Jesรบs, observรฉmosle,
sigamos sus huellas cada aurora,
pongamos el alma en sus bienes,
y el corazรณn en su benevolencia,
que todo en la tierra se entierra.
 
Asรญ, cuando se manifieste Cristo,
la vida en cada uno de nosotros;
entonces hallaremos el camino,
veremos la luz de nuestro Seรฑor,
y todos nos abriremos gloriosos.

Nuestros pasos son los del amor,
el camino de la entrega perenne,
que no estรก en dar sino en darse,
que es lo que nos llena de vigor,
para volver al Padre con su Hijo.

๐—œ๐—œ.- ๐—ฅ๐—œ๐—–๐—ข๐—ฆ ๐—˜๐—ก ๐—š๐—ฅ๐—”๐—–๐—œ๐—”
๐—ฆ๐—”๐—ก๐—”๐—ฅ ๐—˜๐—Ÿ ๐— ๐—จ๐—ก๐——๐—ข ๐—ค๐—จ๐—˜ ๐—ฉ๐—œ๐—ฉ๐—ข

La gracia de la filiaciรณn divina,
vive en nosotros y nos hermana,
como consanguรญneos en familia 
que buscan y rebuscan el ardor,
la energรญa mรญstica de la acogida.

Percibirse y advertirse de Dios
es reflejar su rostro en nosotros.
No hay mรกs guardia, que aquel
que aguarda acogerse y hallarse,
para sentirse fuerte y cambiado.
Redimidos por la misma piedad
 con esa libertad que nos emerge,
de sabernos amados y queridos,
llevemos al mundo esa quietud,
la gloria del Resucitado en paz.

๐—œ๐—œ๐—œ.- ๐—ฅ๐—œ๐—–๐—ข๐—ฆ ๐—˜๐—ก ๐—˜๐—ฆ๐—ฃ๐—˜๐—ฅ๐—”๐—ก๐—ญ๐—”:
๐—Ÿ๐—œ๐—•๐—ฅ๐—”๐—ฅ ๐—Ÿ๐—” ๐—–๐—˜๐—ฅ๐—ง๐—˜๐—ญ๐—” ๐—ค๐—จ๐—˜ ๐——๐—˜๐—ฆ๐—˜๐—ข

Ser ricos en anhelos nos ensalza,
nos enaltece nuestro mar interno,
nos hace discernir y nos renueva,
pues lo vital no estรก en el poseer,
¿acaso el tener nos torna eternos?
La ilusiรณn no estรก en el bienestar
en la ansia del caudal monetario,
en la apuesta por el consumismo,
pues lo vรกlido no estรก en el gozar,
¿acaso el vicio nos llena o vacรญa?

No cuestiones, sรณlo ten consuelo,
que no hay mejor soplo que la fe, 
resguardada en la cruz redentora,
sostenida por la roca de la virtud,
y apoyada en el sol de la verdad.

Vรญctor CORCOBA HERRERO
corcoba@telefonica.net
02 de Agosto de 2025.-
#๐˜Œ๐˜น๐˜ช๐˜จ๐˜ช๐˜ณ๐˜ญ๐˜ฆ๐˜Š๐˜ญ๐˜ข๐˜ถ๐˜ฅ๐˜ช๐˜ข๐˜ค๐˜ถ๐˜ฎ๐˜ฑ๐˜ญ๐˜ข.

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