๐—–๐—ผ๐—บ๐—ฝ๐—ฎ๐—ฟ๐˜๐—ถ๐—ฒ๐—ป๐—ฑ๐—ผ ๐——๐—ถรก๐—น๐—ผ๐—ด๐—ผ๐˜€ ๐—–๐—ผ๐—ป๐—บ๐—ถ๐—ด๐—ผ ๐— ๐—ถ๐˜€๐—บ๐—ผ

๐™Ž๐™š๐™œ๐™ช๐™ž๐™ง ๐™ก๐™ค๐™จ ๐™˜๐™–๐™ข๐™ž๐™ฃ๐™ค๐™จ ๐™™๐™š๐™ก ๐™จ๐™šรฑ๐™ค๐™ง


๐™‹๐™๐™„๐™ˆ๐™„๐˜พ๐™„๐˜ผ ๐˜ฟ๐™€ ๐™€๐™Ž๐™๐˜ผ ๐™‰๐™๐™€๐™‘๐˜ผ ๐™ƒ๐™๐™ˆ๐˜ผ๐™‰๐™„๐˜ฟ๐˜ผ๐˜ฟ ๐™€๐™Ž ๐™…๐™€๐™Žรš๐™Ž: Asociemos pausas, renovemos, removamos y movamos pulsos, bajo la orientaciรณn de acogerse y recogerse, para ir del reino del mal al reino de Dios, del dominio del pecado y la muerte a la del amor y su proceder. Ella, la Virgen Madre, es el inmaculado horizonte que Dios mismo se proyectรณ para revelarse. A su intercesiรณn materna, encomendamos nuestros desvelos y humildes aspiraciones, con la conversiรณn del corazรณn.


๐—œ.- ๐—ฆ๐—˜๐——๐—œ๐—˜๐—ก๐—ง๐—ข๐—ฆ ๐——๐—˜ ๐—”๐—š๐—จ๐—” ๐—ฉ๐—œ๐—ฉ๐—”

El Seรฑor, que es el manantial,
la maravilla que nos estimula,
vino a habitar entre nosotros,
para renovarnos internamente,
y alzarnos de todas las caรญdas.

Con Jesรบs no hay desolaciรณn,
ni desiertos que nos arruinen, 
sus contornos son refulgentes,
tan nรญveos como sus marchas,
que nos infunden de regocijos.

Estamos deseosos de abrigar,
a ese niรฑo que todos llevamos
adentro, con los ojos de la fe,
para que nos riegue de cariรฑo,
y nos encandile de esperanza.

๐—œ๐—œ.- ๐—”๐—ก๐—ฆ๐—œ๐—ข๐—ฆ๐—ข๐—ฆ ๐——๐—˜ ๐—–๐—ข๐—ก๐—ฉ๐—˜๐—ฅ๐—ฆ๐—œร“๐—ก

Nunca es tarde para colmarse,
para enmendarse y calmarse,
para amonestarse y rehacerse,
como penitente en penitencia,
con el deseo de volver a Dios. 

En el declive de nuestro paso,
y en la coyuntura de la muerte,
se nos juzgarรก segรบn el rastro,
de semejanza o desemejanza,
con el Crรญo que estรก por nacer.

Que la Virgen Marรญa nos guie,
a una cierta mutaciรณn del ser,
a fin de que podamos realizar,
las iniciativas para armonizar,
nuestra mente con la Palabra.

๐—œ๐—œ๐—œ.- ๐—”๐—ฅ๐——๐—œ๐—˜๐—ก๐—ง๐—˜๐—ฆ ๐——๐—˜ ๐—ฅ๐—˜๐—ก๐—จ๐—˜๐—ฉ๐—ข

La vida es un brote cotidiano,
un deseo de renuevo y retoรฑo;
y, los frutos del amor de amar,
son las obras que nos reviven,
al ser la loa eterna que aflora.

Nada surge porque sรญ, hemos
de forjarlo con espรญritu de fe,
buscarlo y rebuscar con afรกn,
el gozo y la alegrรญa del Seรฑor,
que es el que nos da impulso.
 
Postula por nosotros, Madre;
danos dรญas de apacible hogar,
vela sobre nuestros caminos,
haz que advirtamos a tu Hijo,
cuajados de paz en su Belรฉn.

Vรญctor CORCOBA HERRERO
corcoba@telefonica.net
06 de diciembre de 2025.-

#๐˜๐˜ข๐˜ฎ๐˜ฐ๐˜ด๐˜”๐˜ข๐˜ญ๐˜บ๐˜๐˜ข๐˜ฎ๐˜ฐ๐˜ด๐˜ˆ๐˜ช๐˜ณ๐˜—๐˜ฆ๐˜ฐ๐˜ณ.

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