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Vรญctor CORCOBA HERRERO/ Escritor Espaรฑol
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Estamos llamados a reunirnos y a unirnos, a vislumbrar y a testimoniar esta presencia en un orbe frecuentemente distraรญdo, hasta el extremo de dejarse corromper y no dejar que resplandezca en nuestra existencia la luz que iluminรณ la gruta de Belรฉn. Con demasiada frecuencia, olvidamos que construir un mundo mรกs celeste que terrรญcola, sรณlo es posible si la perversiรณn no se interpone en nuestros andares, lo que requiere poner alma mรกs que armas y mรญstica poรฉtica mรกs que polรญtica mundana. Vuelva a nosotros ese espรญritu cercano y abandonemos por siempre aquello que nos degenera por completo. Sin duda, nuestra mayor perversiรณn actual se sustenta en la universalidad de esta deformaciรณn que nos destruye, lo que nos invita a un cambio interior mรกs autรฉntico y donante. 
Indudablemente, si no peleas por dar fin a este estado de podredumbre, acabaremos todos formando parte de รฉl, lo que nos requiere moldear la integridad del maรฑana, que comienza con las decisiones que tomemos hoy. Serรก bueno, por consiguiente, que nos reencontremos para lograr enaltecer la voz con valentรญa. Un buen referente puede ser la escena de la creaciรณn de Adรกn pintado por Miguel รngel en la Capilla Sixtina, donde el dedo del Padre glorioso roza el dedo del hombre; asรญ tambiรฉn, entre nosotros, lo humano y lo etรฉreo ha de sentirse para hallarse y descubrirse. Quizรกs entonces no concentrarรญamos el esfuerzo en la posesiรณn y aรบn menos en el dominio. Al fin y al cabo, lo trascendente radica en encender la gran estrella del amor y  en dejar que reluzca en el camino.
Lo complicado es andar perdido y no reconocerse. Cuando el propio corazรณn no se considera a sรญ mismo, tampoco se estima nada. Es el momento de la llamada interior, de la preparaciรณn a un examen sincero sobre nuestros ritmos. El tiempo es el mejor autor; dรฉmonos ocasiรณn para generar tranquilidad  e injertar concordia en el horizonte diario, mientras nos ayudamos a edificar entornos de trabajo transparente, inclusivo y responsable. Reforcemos los estรกndares รฉticos en toda la sociedad. Quitemos muros y facilitemos espacios comunes, que sirvan para ofrecer calor de hogar. No hay mejor paz que la que uno mismo difunde e infunde a golpe de pulso, como fruto de la compasiรณn vivida y de la amorosa pasiรณn injertada.
Se trata de un autรฉntico amor desinteresado, que se expresa en el amor fraterno que evita los litigios, no juzga y perdona, porque lo sustancial es conjugar el inmaculado ardor entre sรญ, comenzando por quererse uno a sรญ mismo para luego amar a los demรกs. Por eso, es vital que en cada amanecer tengamos una conversiรณn, que nos lleve a desmantelar el aluviรณn de tormentos que nos atormentan, a frenar los flujos financieros ilรญcitos, garantizando que los recursos pรบblicos se gestionan de forma transparente. Asรญ, cuando los gobiernos actรบan con rectitud, tambiรฉn uno se mueve bajo estos parรกmetros, haciendo que la confianza sea un hecho real. De lo contrario, resulta difรญcil restaurarse con el choque de beneficios terrenales, ya que el egoรญsta รบnicamente se ama a sรญ mismo sin rivales. 
Por desgracia, siempre se repite la misma historia, la del enfrentamiento entre semejantes, con la dificultad manifiesta de hacer genealogรญa, propagando un estado salvaje e inhumano, en el que tantas veces se hace realidad el dicho de que el hombre es un lobo para el hombre. Precisamente, ahora que estamos en un perรญodo de acogida, despertemos de todo este letargo y salgamos de este espรญritu putrefacto que nos separa, engaรฑados por historias que nos llevan a los callejones sin salida del consumismo. Es menester cuestionarse, buscar y rebuscar el verdadero amor, que no es otro que aquel que colma de significado y alegrรญa la vida. Sea como fuere, estamos en un soplo de espera e ilusiรณn, de reflexiรณn y de transformaciรณn. Prepararse para ello, es la luz, que espigarรก en fraterna filiaciรณn.   
corcoba@telefonica.net
07 de diciembre de 2025.-
#๐˜๐˜ข๐˜ฎ๐˜ฐ๐˜ด๐˜”๐˜ข๐˜ญ๐˜บ๐˜๐˜ข๐˜ฎ๐˜ฐ๐˜ด๐˜ˆ๐˜ช๐˜ณ๐˜—๐˜ฆ๐˜ฐ๐˜ณ.

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