martes, 25 de octubre de 2011

COLUMNA

Cosmos


Hèctor Contreas Organista

Cuando uno publica lo que con mucho cariño se hace para los paisanos ya sea escribiendo o cantando y tiempo después esa modesta producción se escucha en otras voces, o se lee en otros medios, la vida se vuelve más grata y uno, desde su contentamiento, agradece con humildad.
Tal es lo que hoy deseamos hacer con don Humberto Adame, de Chichihualco, la cabecera del municipio de «Leonardo Bravo» quien ayer nos hizo el enorme favor de obsequiarnos su reciente obra literaria «Voz de mi Tierra». Una entrega de amor y pasión por su hermosa población.
La portada reza así: Humberto Adame. Poemas. Voz de mi tierra. Observamos una fotografía del declamador; a su derecha un micrófono de aquellos con los que hace medio siglo comenzamos a anunciar y al fondo la imponente serranía de Chichihualco. Bella, deliciosa, apacible e imponente.
Las obras son: «Chichihualco está de fiesta»; «Yo Soy el Tlacololero»; «Señor Mezcal»; «La Feria de mi Tierra»; «Versos Mezcaleros»; «Pozole»; «Tlacololero, Pendón y Porrazo»; «Chichihualco y su feria»; «Canto Criollo»; «Al Maestro» y «Esa Madre».
Once obras grabadas por don Humberto Adame. Siete escritas por él, las demás corresponden a Rubén Mora Gutiérrez y Felipe Blanco Manzano. «Versos Mezcaleros» son de León Guevara Manzanares, Emilio Ángel Lome, Zem Díaz, Santano González y la segunda, de su servidor.
«¡Yo Soy el Tlacololero!», es una evocación -mal versificada- que hace años escribimos para recordar a la gente mayor de Chilpancingo que vistió el atuendo de «La Danza Madre», como la calificamos, y el traje de tigre, para el tradicional «porrazo» decembrino. Pero, bueno: Gustó.
La grabamos en un CD con el titular: «¡Qué Bonito es Chilpancingo!», producción que tomamos del programa «Recuerdos y Actualidades» que transmitíamos los sábados por Radio Universidad. El auditorio pidió copias que rápidamente se agotaron. Y hoy, gracias por ello, exigen se regrabe.
A raíz de esa producción surgió el librito «Yo Soy el Tlacololero», en el que plasmamos una buena cantidad de entrevistas a quienes vistieron y bailaron esa danza, entre ellos a don Nino Vargas, quien ayer (25-X-11), lamentablemente fue llevado a su última mora: El Tlacololero Mayor.
Se está yendo nuestra gente valiosa del ayer, la que alentó y perpetuó nuestra tradición y nuestra cultura popular y no podíamos quedarnos cruzados de brazos. De ahí la enorme importancia de la obra de don Huberto Adame. Él hace la valiosa semblanza de la tradición cultural de Chichihualco.
Nos dio mucho gusto escuchar en su voz «Yo Soy el Tlacololero». Uno de los versos reza así: «Salí a la caza del tigre, igual que lo hizo mi abuelo; subí por el Culebreado, bajé en la Cruz de Ixtemalco; de Amojileca me fui derecho a Tepozonalco y en vez de tigre encontré a mi amor en Chichihualco».
Muchas gracias don Humberto Adame por tomar en cuenta nuestra modesta aportación. Sabemos que el esfuerzo que hacemos, a la gente le gusta. Desgraciadamente, quienes deberían apoyar la divulgación de la cultura, nos dan la espalda. Pero eso sí: El gusto, nadie nos lo quita… ¡Adelante!

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