martes, 25 de octubre de 2011

COLUMNA

La Capital


Marcelo Villanueva Luna

-ACERTADA DECISIÓN DEL ALCALDE,  AL RETIRAR MANTAS DEL TADECO
El presidente municipal de Chilpancingo Héctor Antonio Astudillo Flores, actuó de manera correcta al ordenar el retiro de mantas nejas y pintarrajeadas que sostenían los integrantes del Taller de Desarrollo Comunitario mejor conocido como Tadeco a bajo del árbol de la eterna esperanza en el zócalo capitalino desde hace más de cinco años, ya que no debe haber tolerancia para presuntos luchadores sociales o defensores de los derechos humanos que cobijados en supuestas luchas, se sienten mártires o héroes que tienen que ser tolerados por las autoridades y por la misma sociedad.
La inconformidad surgió precisamente en el momento que autoridades municipales retiraron las mantas que estaban a bajo del árbol desde hace más de cinco años, con esta acción se borra toda evidencia del módulo de denuncia que habían instalado los del TADECO en este espacio público y que pertenece a todo el pueblo de Chilpancingo y no a un reducido grupo de presuntos luchadores sociales.
El alcalde de Chilpancingo actuó con inteligencia al desalojar primero a este grupo de vivales y después al mandatar el retiro de mantas, ya que únicamente afeaban el centro historio de la capital. Los del TADECO deben entender que este espacio no les pertenece y que por lo tanto deben respetar un espacio público, a lo mejor tiene razón en su lucha que vienen dando, la pueden dar en otro lado, pero no se vale que exijan ser tolerados por las autoridades municipales y la misma sociedad.
Precisamente amparados en la lucha social y con el pretexto de que son luchadores sociales o presuntos defensores de los derechos humanos, surgieron últimamente una sarta de grupos como este, ahí están los de Tlachinollan, ahora les llaman lucradores de la pobreza, ya que viven a costa de los pueblos pobres, mientas ellos viven en lujosas casas, se pasean en carros de lujos y se van de viajes al extranjero.
Otros de la misma calaña y que hasta el dirigente de la liga de comunidades agrarias y sindicatos campesinos Evencio Romero Sotelol les ha llamado lacras sociales, son los de la red de derechos humanos y organismos civiles que se oponen a todo, por otro lado se encuentran los coordinadores de la policía comunitaria que no hacen más que violar los derechos de los indígenas encerrándolos o poniéndolos en cuarentena.
En la actualidad este tipo de lacras que se posesionan de espacios públicos y que se oponen a todo, abundan en el estado de Guerrero, ahí están los del Tadeco, los de la CRAC, Tlachinollan, la Redgroag, los de la OPIM, APPG y otros grupos que navegan con la bandera de los derechos humanos, cuando en la realidad solo son lucradores de la pobreza extrema de los pueblos indígenas.

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