viernes, 25 de noviembre de 2011

COLUMNA


La Jaula de Dios


Jesús Pintor Alegre

En estos momentos de efervescencia política y de faramallas, como ese mal chiste de que la comisión de la verdad sólo investigará el periodo de la llamada guerra sucia, comprendida entre 1969 a 1979, con lo que deja un sabor amargo de boca, nos estamos olvidando de un tema primordial y de gran peso: nuestra juventud.
Y más allá de los problemas que pudieran enfrentar los jóvenes, hay un sector en el que el gobierno ha tratado de cerrarlos ojos, hablemos más específicamente de los Ninis, esos muchachos que ni trabajan ni estudian, y que como es del dominio público, se pierden entre sus propios caminos, bajo la indiferencia oficial.
De acuerdo a datos proporcionados la noche del jueves por el delegado federal de la Secretaría de Educación Pública, César Quevedo Isunza, en Guerrero sólo hay 7 mil 500 Ninis, es decir, sin muchas vueltas y sin más que buscarle, el gobierno ha logrado grandes avances en el abatimiento de este fenómeno, donde los jóvenes no encontraban sentido a su vida.
Y es que los números se barajan si tomamos en cuenta que el ahora gobernador, Ángel Heladio Aguirre Rivero, había informado que en Guerrero existían 200 mil jóvenes en las condiciones descritas, lo que arroja un abatimiento de 192 mil 500 muchachos ya integrados a la vida productiva y que han dejado en el cajón de los olvidos, la pachorra y la vida disipada.
… Pero esos son números alegres. No olvidemos tampoco cuando la SEP se rasgó las vestiduras cuando el rector de la UNAM, José Narro, había dicho que en el país habían cuando menos, 7 millones de Ninis, jóvenes proclives a engrosar las filas del crimen organizado por la vida licenciosa que llevaban, y si eso no es un cuadro peor, los psicoanalistas han dicho que son potenciales suicidas.
Pero bueno, la SEP dijo en aquella ocasión, que la cifra de José Narro, era exagerada, pues en México habrían no más de 400 mil Ninis… un mes después, el Instituto Nacional de Estadística, y Geografía, dio a conocer que en la nación habían 8 millones, es decir, 1 millón más que las propias estimaciones del rector universitario, con lo que les cerró la boca a los espantados.
En el país, amarrado a la educación por medio de los Cecatis y ahora por la secretaría de Desarrollo Económico, se había impulsado un programa mediante becas económicas, para el rescate de los Ninis, pero era tan reducida la cantidad de becas, y tantas trampas para ingresar, inclusive los que no necesitaban esa ayuda, que ese rescate oficial, como otros tantos, simplemente se iría al caño.
Salvar o intentar salvar 3 mil Ninis, que era el tope de ingreso por su limitado recurso, además de ser tan escuálida la ayuda, si consideramos los 200 mil que hay y creciendo, se le aunaba la trampa de que por medio de amigos y parientes, se incluyeran jóvenes que trabajaban, estudiaban o las dos situaciones, con lo que se dejaban fuera a los verdaderos Ninis.
Al final, el programa del rescate de Ninis, ha terminado siendo electorero y de ese tipo de la inutilidad, sin embargo hay una esperanza de los impulsores del proyecto, no que voten los Ninis, sino sus familiares agradecidos y la gente que haya notado que el gobierno por fin estaba haciendo algo realmente productivo. Pero esos, son sólo los locos internos.
Más localmente, Quevedo Isunza, luego de decir que no tenía el dato exacto, calculó que en la Tierra Caliente deben haber unos 500 Ninis, «algo así como 500», y que sonó a esos datos al vuelo, que se sacan de la manga sin ningún análisis y sin detenerse a pensar en el efecto posterior.
No hay pues un real proyecto para este fenómeno que el gobierno intenta ocultar o cerrar los ojos y que en verdad, está creciendo. Allí los números, y allí los dolores. Por ello, en estos momentos es hora de aplicar lo que tanto pregona el Frente de Masas Populares de Guerrero: exigirle al gobierno resultados reales. Pero exigirle en serio.
El Frente de Masas se refiere más concretamente al gobierno amarillo o tricolor de Ángel Heladio Aguirre Rivero, ese mismo que pinta la Comisión de la Verdad de mentiritas, y del que seguimos esperando la nueva constitución local, con su ya famosa, y podríamos decir hasta legendaria, revocación de mandato, que de algo podría servir, tal vez para engrosar el acervo bibliográfico oficial, perdido entre los números de las obras literarias y de ficción, editadas por este gobierno que marcha.
Mi nombre es Jesús Pintor Alegre. Muy buenos días. En lo que hace al comentario en radio, nos escuchamos el lunes.

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