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๐ผ๐ง๐๐๐๐ก๐ ๐ผ๐๐ช๐๐ก๐๐ง ๐๐๐ก๐๐๐๐ค*.CHILPANCINGO, GRO., 09 de Septiembre de 2025.--En un mundo que envejece aceleradamente, la situaciรณn de las personas mayores se ha convertido en un desafรญo รฉtico, polรญtico y cultural de primer orden. Segรบn datos de la Organizaciรณn Mundial de la Salud (OMS), para 2050 el nรบmero de personas mayores de 60 aรฑos superarรก los 2.000 millones, duplicando la cifra actual. Sin embargo, este crecimiento demogrรกfico no ha sido acompaรฑado por una transformaciรณn estructural que garantice sus derechos, participaciรณn y bienestar. En muchos contextos, la vejez sigue siendo sinรณnimo de exclusiรณn, precariedad y silenciamiento.
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La vejez no es una experiencia homogรฉnea. Estรก profundamente atravesada por factores como el gรฉnero, la clase social, el territorio y el historial laboral. En paรญses del Sur Global, especialmente en Amรฉrica Latina, รfrica y Asia, millones de personas mayores enfrentan condiciones de pobreza extrema, abandono institucional y falta de acceso a servicios bรกsicos.
En zonas rurales, la cobertura de pensiones es mรญnima o inexistente.
·Las mujeres mayores, muchas veces viudas o sin historial laboral formal, son doblemente vulneradas.
·Las personas mayores indรญgenas o afrodescendientes enfrentan discriminaciรณn interseccional y pรฉrdida de sus saberes comunitarios.
La vejez, entonces, se convierte en una etapa marcada por la desigualdad acumulada a lo largo de la vida.
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Mรกs allรก de la pobreza material, las personas mayores enfrentan violencias simbรณlicas y culturales que las relegan al olvido. El edadismo —discriminaciรณn por edad— se manifiesta en mรบltiples formas:
Narrativas que infantilizan o deslegitiman su voz.
Medios de comunicaciรณn que los representan como carga social o sujetos pasivos.
Polรญticas pรบblicas que priorizan la productividad econรณmica sobre el cuidado y la memoria.
Estas violencias erosionan su autoestima, participaciรณn ciudadana y sentido de pertenencia.
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La transformaciรณn de las estructuras familiares, la migraciรณn y la urbanizaciรณn han debilitado los sistemas tradicionales de cuidado. En muchos paรญses, el cuidado de personas mayores recae sobre mujeres de la familia, sin apoyo estatal ni reconocimiento econรณmico.
El sistema de cuidados estรก feminizado, precarizado y desbordado.
Las residencias geriรกtricas, en algunos casos, se convierten en espacios de reclusiรณn y despersonalizaciรณn.
La pandemia de COVID-19 evidenciรณ la fragilidad de estos modelos, con tasas alarmantes de mortalidad en residencias y abandono institucional.
Es urgente repensar el cuidado como un derecho colectivo, con enfoque comunitario, intergeneracional y territorial.
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A pesar de las adversidades, las personas mayores han construido redes de resistencia, memoria y participaciรณn. En muchos territorios, lideran movimientos sociales, transmiten saberes ancestrales y sostienen la cohesiรณn comunitaria.
En Amรฉrica Latina, existen experiencias de universidades para adultos mayores, radios comunitarias y colectivos de memoria histรณrica.
En Europa, se promueven modelos de vivienda colaborativa y envejecimiento activo.
En รfrica, las personas mayores son guardianes de la oralidad, la espiritualidad y la justicia comunitaria.
Reconocer su agencia es clave para desmontar el paradigma asistencialista y construir polรญticas pรบblicas transformadoras.
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La situaciรณn actual exige una reconfiguraciรณn profunda de nuestras sociedades frente a la vejez. Algunos desafรญos urgentes incluyen:
Garantizar pensiones universales, salud integral y acceso a tecnologรญas.
Promover entornos urbanos accesibles, seguros y amigables con la edad.
Erradicar el edadismo desde la educaciรณn, los medios y la legislaciรณn.
Reconocer la vejez como etapa de creaciรณn, liderazgo y derecho a la ternura.
La vejez no debe ser una condena, sino una conquista social.
La tercera edad es un espejo รฉtico de nuestras sociedades. En ella se reflejan nuestras prioridades, nuestros olvidos y nuestras posibilidades de transformaciรณn. Construir una vejez digna no es solo una tarea de polรญticas pรบblicas, sino un compromiso cultural, intergeneracional y profundamente humano. En tiempos de crisis civilizatoria, escuchar, cuidar y aprender de las personas mayores puede ser el acto mรกs revolucionario.
"La vejez no es una derrota, sino una conquista: es el privilegio de haber vivido." Gabriel Garcรญa Mรกrquez
*Periodista, E-mail periodistaaaguilar@gmail.co
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